Roscosmos, la agencia espacial de Rusia, ha informado que el cohete Proton-M despegó poco antes de la medianoche del lunes, 6 de agosto, desde el cosmódromo de Baikonur, arrendado por Rusia en Kazajistán. La primera etapa del cohete, llamada de empuje, funcionó muy bien, pero la etapa superior —destinada a dar el impulso final a los satélites— se apagó antes de tiempo.
El mal funcionamiento del cohete dejó los satélites varados en una órbita baja, donde no se pueden recuperar. Los satélites son el ruso Express MD-2 y el indonesio Telkom-3.
“Los satélites se pueden dar por perdidos”, ha manifestado la portavoz de Roscosmos, Anna Vedishcheva.
El fallo se produjo un día después de que la NASA logró colocar en la superficie de Marte un laboratorio rodante del tamaño de un auto compacto después de un viaje de ocho meses y 566 millones de kilómetros (352 millones de millas).
Una sonda rusa robot que buscaba estudiar una luna de Marte se quedó varada en la órbita terrestre después de su lanzamiento en noviembre. Al final se desplomó en enero.
El orgullo espacial ruso sufre por lo tanto otro golpe justo un día después de que la NASA depositó con éxito una sonda robot en Marte.