El programa de transición tecnológica hacia la televisión digital avanza en Cuba, y la señal llega ya a las capitales de las 15 provincias y algunos municipios de alta densidad poblacional.
Después de más de medio año de pruebas de transmisión en La Habana y zonas aledañas en 2013, más de cinco millones de personas (la mitad de la población cubana) puede beneficiarse de la novedosa señal en la actualidad.
Hoy se transmiten ocho programas de televisión, seis de radio y otros datos como servicios de valor agregado, según la agencia Xinhua.
Grissel Reyes, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Comunicaciones (Micom), expresó anoche en un programa televisivo que este es un cambio «profundo», que no sólo requiere de aspectos tecnológicos, sino de la capacidad de integración de todos los actores involucrados.
«Este será un proceso que tomará al menos 10 años», dijo Reyes, tras apuntar que aunque el gobierno no ha fijado la fecha del apagón tecnológico, el Micom sí se ha puesto este límite en el cronograma.
El plan de implementación de la tecnología digital en la televisión cubana consta de tres etapas, y en la primera de ellas coexisten los sistemas de transmisión analógico y digital, lo que facilita la adaptación al paso progresivo hacia el nuevo sistema.
En la segunda fase, prevista a partir del año 2016, quedará instalada la cobertura necesaria para el servicio, y en la última, en 2021, concluirá el proceso con el llamado apagón analógico.
La especialista precisó que en este programa de transición tecnológica se ha ejecutado un nivel de inversiones de aproximadamente 10,5 millones de pesos (misma paridad entre moneda nacional y divisas).
Carlos Arencibia, de la empresa Radiocuba, señaló que como parte del plan se instalarán 34 transmisores que dan cobertura a La Habana y a todas las cabeceras provinciales y municipios aledaños.
Agregó que para 2015 se prevé instalar 17 transmisores más, con los que se estima llegue esta señal a unos 21 municipios más en el país caribeño.
Cuba comenzó a mirar hacia la llamada Televisión Digital Terrestre (TDT) en 2009, cuando emitió bajo esa tecnología con la asistencia de representantes de las normas digitales europea, japonesa con su variante brasileña, y china.
La etapa inicial de prueba comenzó en junio de 2013 en algunos puntos de la capital cubana, ensayo que abarcó a más de medio centenar de barrios de los 16 municipios, con unas 45.000 viviendas involucradas.
Para la implementación de la nueva tecnología se utilizó la norma china denominada Transmisión Digital Terrestre Multimedia (DTMB, por siglas en inglés) y alrededor de 57.000 cajas decodificadoras donadas por las autoridades del país asiático.
Hace dos años, la nación caribeña comenzó a crear condiciones para la fabricación de los llamados TV híbridos -digitales y analógicos indistintamente-, hasta que el país llegue al fin de la actual era.
Hasta la fecha, la industria nacional ha producido 80.000 televisores de ese tipo, de los cuales se han vendido más de 59.000.
También, se han comercializado desde el pasado 21 de agosto un total de 105.000 cajas decodificadoras, como parte de una prueba de mercado.
La población ha expresado insatisfacciones con la calidad de recepción de la imagen que -según los técnicos- están asociadas a los problemas de los bajantes y de las antenas.
Ante esta situación, se ha previsto la producción de 150.000 antenas, y se preparan condiciones para comercializar bajantes y otros accesorios imprescindibles para conformar un adecuado sistema de recepción.
Para 2015 se prevé, además, iniciar la producción nacional de cajas decodificadoras con una fábrica que está a punto de ponerse en marcha, y se deberá incrementar de manera paulatina la fabricación hasta llegar a las 300.000 unidades.