Eurovisión fue visto este año por 204 millones de espectadores, cinco millones más que el año anterior, según datos hechos públicos este martes por la UER (Unión Europea de Radiodifusión), entidad organizadora del festival.
En los 42 países en que se emitió, el festival promedió una cuota de pantalla del 36,3%, más del doble de lo que suele registrar de media la franja de ‘prime time’ en esos mercados (15,7%).
El festival se apuntó en Islandia la mayor cuota de pantalla de todos los Estados en los que se pudo ver, pese a que no llegó a la final. El 95,5% de la audiencia total que estaba viendo la televisión a la hora que se celebró el concurso se decantó por seguir el certamen.
Alemania fue el país donde siguió el festival un mayor número de espectadores: 9,3 millones y un 36,8% de ‘share’, la mejor marca desde que el país teutón ganó el festival en 2010.
El festival también tuvo la mayor audiencia desde el año 2000 en Suecia, cuando este país fue anfitrión. Este año vieron Eurovisión 3,6 millones de suecos, con un 84,7% de cuota el día de la final.
El país ganador de Eurovisión 2016, Ucrania, presentó sus cifras de audiencia más altas desde 2010, con 1,5 millones de televidentes.
Por edades, Eurovisión tuvo gran arrastre entre las audiencias más jóvenes, normalmente más refractarias a sentarse frente al televisor en fin de semana. En promedio, el 42,4% de los 15-24 años de edad que vieron la televisión a esa hora en 42 países optaron por ver la final, cuatro veces más que el promedio de las acciones de máxima audiencia de adultos jóvenes para el mismo grupo de canales (10,4%).
El seguimiento de Eurovisión por Internet en todo el mundo también fue relevante, con 2,6 millones de reproducciones en ‘streaming’ en 196 territorios por Eurovision.tv y YouTube y un total de 5,3 millones de solicitudes a la carta.