La cadena de televisión NBC ha perdido el 7,1% de audiencia con la transmisión de la Super Bowl, lo que confirma la crisis que está sufriendo la NFL.
A pesar que el partido fue considerado como uno de los mejores en la historia de la competición, el Super Bowl LII, que se disputó en Minneapolis, dejó un promedio de audiencia de 103,4 millones de telespectadores, según la compañía Nielsen.
La audiencia fue la más baja para un Super Bowl desde la edición XLIII (Pittsburgh Steelers frente a Arizona Cardinals), disputada en el 2009, que dejó un promedio de 98,7 millones.
La perdida de audiencia es vista como el resultado final de todo lo que ha sucedido durante la temporada regular en la competición de la NFL. Todo ello con las protestas permanentes de los jugadores que se arrodillaban durante la entonación del himno nacional para denuncia la injusticia racial y violencia policial.
Los 103,4 millones espectadores se coloca por detrás de los últimos ocho Super Bowls que se han disputado y también fue inferior al capítulo final de MASH que dejó 106 millones de personas que lo vieron en 1983.
La audiencia del Super Bowl LI fue la más vista en la historia del Super Bowl.
Los directivos de la cadena NBC, a pesar de la perdida de audiencia, consideraron que el espectáculo deportivo y musical del Super Bowl sigue siendo el de mayor interés que hay en Estados Unidos.