La Unión Europea sigue con su particular lucha contra la piratería de contenidos que tantos perjuicios económicos está causando entre los poseedores de derechos a parte de vulnerar el derecho intelectual.
Viendo que las actuaciones llevadas a cabo hasta ahora no está dando sus frutos, los responsables políticos van a más y se centran en la posibilidad de impedir el uso de cualquier dispositivo tecnológico que permita el acceso no autorizado a servicios protegidos por derechos de autor.
Es sin lugar a dudas una seria amenaza, no solo para los piratas y los usuarios de IPTV, también para los fabricantes cuya actividad sí que es legal por cuanto un dispositivo audiovisual como tal está diseñado para otros usos.
Y es que si la medida de la Unión Europea a través de la propuesta de la Alianza Audiovisual contra la Piratería va a más aquí no se salva nadie.
Recordamos que la Alianza es un grupo de proveedores de contenido, operadores de TV de pago y proveedores de tecnología que se han unido para luchar contra la piratería audiovisual.
Fire TV, Chromecast o Android TV Box, en el punto de mira
Atención por lo tanto a aquellos usuarios de Fire TV, Chromecast o Android TV Box porque el organismo europeo podría terminando prohibir su comercialización y distribución futura. Incluso descodificadores, receptores por satélite, teléfonos inteligentes, tablets o dispositivos de realidad aumentada preocupa a la Alianza Audiovisual Antipiratería.Es más, cualquier dispositivo compatible de transmitir contenido ilegal.
En este sentido, Sheila Cassells, vicepresidenta ejecutiva de la Alianza Audiovisual contra la Piratería, avisaba hace unos meses que las compañías de entretenimiento deben estar muy preocupadas por “cualquier desarrollo tecnológico” que pueda usarse para acceder a contenido pirateado.
Con relación a los dispositivos mencionados anteriormente, Cassells hace referencia a una parte de la legislación de la UE conocida como Directiva de acceso condicional. Se remonta a 1998 y fue diseñada para proteger plataformas de televisión que proporcionan contenido de forma condicional, es decir, los clientes obtienen acceso al contenido en la condición que pagan.
La directiva exige que los estados miembros de la UE prohiban un dispositivo ilícito “que permita o facilite sin autoridad la elusión de cualquier medida tecnológica diseñada para proteger la remuneración de un servicio legalmente provisto”. La directiva también prohíbe “todas las formas de publicidad, marketing directo, patrocinio, promoción de ventas y relaciones públicas que promueven dichos productos y servicios”.