El gigante estadounidense Cloudflare ha presentado una demanda contra LaLiga, buscando frenar las prácticas que, bajo el pretexto de combatir la piratería, terminan bloqueando indiscriminadamente miles de direcciones IP y afectando a páginas web legales y legítimas.
Este conflicto, que ya había ido escalando entre la plataforma de servicios de internet y la institución española, alcanza ahora su punto álgido con esta acción legal, en la que Cloudflare busca impugnar las medidas de bloqueo impuestas por LaLiga.
El litigio se centra en una sentencia judicial que ordenó el bloqueo de direcciones IP compartidas de Cloudflare como parte de los esfuerzos de LaLiga y los proveedores de servicios de internet (ISP) en España para frenar las retransmisiones ilegales de partidos de fútbol.
ras obtener una resolución favorable, LaLiga intensificó sus esfuerzos para bloquear direcciones IP de proveedores de servicios en la nube, como Cloudflare, con el fin de evitar las emisiones no autorizadas de contenido deportivo.
Sin embargo, la empresa estadounidense sostiene que dicha sentencia no tuvo en cuenta los efectos negativos que estos bloqueos causarían a millones de usuarios legítimos, que verían sus accesos a múltiples sitios web legales restringidos sin justificación alguna.
Cloudflare argumenta que la sentencia carece de un análisis adecuado de los perjuicios para los usuarios y del interés público, al considerar que las medidas adoptadas por LaLiga son excesivas y contraproducentes. En su opinión, el enfoque adoptado por la liga española para combatir las retransmisiones ilegales es “torpe e ineficaz”, y pone en riesgo los principios fundamentales de un internet libre y abierto.
Además, Cloudflare denuncia que, en lugar de abordar las preocupaciones sobre el impacto negativo de sus bloqueos, LaLiga ha preferido desviar la atención con acusaciones infundadas contra la plataforma.
Según la compañía, las medidas impuestas son “desproporcionadas” e “ilegales”, afectando no solo a los sitios web que infringen la ley, sino también a miles de usuarios legítimos que se ven privados del acceso a páginas web que nada tienen que ver con la piratería.