Ver la televisión un promedio de seis horas al día puede acortar la vida en casi cinco años, según indica el estudio realizado por el ‘British Journal of Sports Medicine’. El estudio, realizado ‘on line’, muestra las consecuencias de ver la televisión y las compara con otros factores de riesgo como la falta de ejercicio o fumar.
Los investigadores han usado en el estudio datos realizados con anterioridad que muestran la relación entre ver televisión y la muerte obtenidas del estudio ‘Australian Diabetes, Obesity and Lifestyle Study’ (AusDiab), así como la mortalidad de la población australiana en 2008 para construir un estudio marcos durante toda la vida.
AusDiab es un estudio nacional que representa la forma de vida de la población empezando en 1999 ,y donde han sido incluidos más de 11.000 adultos de más de 25 años.
22 minutos menos de vida
Los autores han construido un muestra del riesgo de muerte de los ciudadanos australianos realizada en 2008 basada en la respuesta al estudio sobre el número de horas que había visto videos y televisión durante la ultima semana.
En 2008 los investigadores estimaron que los australianos mayores de 25 años veían la televisión un total de 9.800 millones de horas. Con este dato, los expertos calcularon que cada hora de TV vista después de los 25 años acortaba la esperanza de vida algo menos de 22 minutos.
Basándose en estas cifras y en las expectativas de muertes por todo tipo de causas, los autores calculan que individualmente quien pasa un promedio de seis horas diarias viendo el televisor reducirá su vida en cinco años en comparación con aquellos sujetos que no siguen este hábito.
Hábitos poco saludables
Esto, junto con otras causas de riesgo de muerte ya conocidas como la obesidad y la inactividad física incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares que producen un aumento del riesgo para la salud pasados los 50 años.
Los investigadores sugieren que ver muchas horas la televisión puede estar asociado con la pérdida de años de vida. Sus autores considera que «sí bien hemos utilizado los datos de Australia, los efectos en otros países industrializados y en desarrollo pueden ser comparables, ya que en estos países dedican una cantidad de tiempo similar a ver la televisión y siguen unas pautas en la enfermedad muy similares.»
Los autores del estudio concluyen diciendo que «si estos datos se confirman y muestran el reflejo de una causa de asociación, ver la televisión es un problema comparable a los riesgos para la salud ya conocidos como el tabaco o la obesidad»