El canal de noticias privado Globovisión, próximo a la oposición de Venezuela, saldrá a la venta tras las elecciones presidenciales del próximo 14 de abril, según ha anunciado el presidente de la cadena, Guillermo Zuloaga, quien ha justificado la operación con el argumento de que la empresa se ha vuelto «inviable económica y políticamente».
En una carta remitida a los trabajadores de la empresa, Zuloaga ha asegurado que Globovisión se ha vuelto «inviable económicamente», porque los ingresos ya no cubren las necesidades; «inviable políticamente», porque Venezuela es «un país totalmente polarizado» y la empresa se enfrenta a «un Gobierno todopoderoso» que quiere hacerla «fracasar»; e «inviable jurídicamente» porque depende de «una concesión que termina y no hay actitud de renovarla».
Según el diario digital ‘Venezuela al Día’, el vicepresidente ejecutivo de Globovisión, Carlos Zuloaga, ha asegurado que existe «una oferta de compra formal» y el propio Guillermo Zuloaga ha precisado que Juan Domingo Cordero, economista y empresario ligado al negocio bursátil, bancario y asegurador, está interesado en comprar la empresa, lo cual no se producirá antes de las elecciones del 14 de abril. Entretanto, la cadena ha asegurado que dará cobertura a las elecciones «como siempre» lo ha hecho, «con las botas puestas».
En la carta abierta, Zuloaga ha asegurado que Globovisión ha tenido problemas con los distintos Gobiernos venezolanos desde su comienzo, tanto con el expresidente Rafael Caldera (en la época comenzaron sus transmisiones), cuyo Ejecutivo no le permitía acceder «a las fuentes oficiales», como con el recién fallecido presidente Hugo Chávez.
Beneficio de la duda
Cuando Chávez ganó las elecciones de 1998, ha asegurado, «aquí en Globovisión decidimos darle el beneficio de la duda sin dejar de hacer periodismo y defender nuestros principios y valores», pero «a partir del año 2001, se comienzan a complicar mucho las cosas, desde que el presidente Chávez, en uno de sus actos, levantó nuestro micrófono y nos llamó enemigos de la revolución».
«A partir de ese momento, nos convertimos en enemigos de un Gobierno todopoderoso, que controla todas las instituciones y maneja un caudal de dinero inagotable», ha denunciado Guillermo Zuloaga.
«Desafortunadamente, la situación del país, de nuestro entorno, y de nuestro campo de trabajo, en vez de mejorar en estos años se ha empeorado con creces», ha lamentado Zuloaga. «La situación política y la polarización han hecho que los ataques a Globovisión sean cada vez más fuertes», lo cual, unido al «debilitamiento de la economía y su directa consecuencia sobre nuestro flujo de caja», ha contribuido a convertirla en una «empresa inviable».
EP