El ‘apagón’ de los canales de TDT ubicados en frecuencias que pasarán a los operadores de telefonía para servicios de cuarta generación móvil (4G) se producirá el próximo 1 de abril, fecha fijada por el Ministerio de Industria como límite para la antenización de edificios y emisiones en ‘simulcast’.
El pasado mes de diciembre, el Consejo de Ministros ya aprobó una ampliación por tres meses del plazo máximo para la liberación del dividendo digital mediante un Real decreto-ley, al tiempo que establecía una compensación para los tres operadores de telefonía móvil que deberían ocupar la banda de frecuencia de las televisiones.
No obstante, en algunas regiones de la geografía española que hacen frontera con Portugal y Francia ya se ha procedido al apagado de canales de la TDT en estas frecuencias, que combinadas con las de las bandas de 1.800 Mhz y 2.600 Mhz, permitirán el desarrollo de servicios de 4G avanzados. El motivo de esta decisión es la de evitar posibles interferencias con los países ‘vecinos’.
El secretario de Estado de Telecomunicaciones, Víctor Calvo-Sotelo, avanzó la semana pasada que más del 80% de los edificios en España ya habían llevado a cabo la reantenización para ver la Televisión Digital Terrestre (TDT) a quince días de que finalizara el plazo. Las alertas sobre un posible retraso en la antenización de edificios han llegado desde diversos actores del sector. La última correspondió a la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), que a finales de la semana instaba a Industria a hacer “un último esfuerzo” de comunicación para concienciar a los vecinos.
Además, también pedía a las comunidades de propietarios afectadas que “no se relajen” a la hora solicitar y aprobar los presupuestos correspondientes, recordando que las actuaciones en los edificios deben ser llevadas a cabo por instaladores homologados.
En cualquier caso, desde Industria siempre se ha recordado que, tras dicha fecha, el 97% de la población podrá seguir recibiendo la oferta de los principales canales de televisión medidos en términos de audiencia, incluso de aquellos ciudadanos que no hubieran podido completar el proceso de adaptación de los sistemas de recepción de sus edificios.