La Comisión Europea considera que el geoblocking interfiere en el desarrollo de un mercado digital moderno, y que por lo tanto debería ser erradicado, al no ser compatible con el funcionamiento del mercado único digital e interior de la Unión europea.
El geoblocking es un método de restricción de acceso a contenidos digitales. Estos son páginas web, videos, música o streaming, entre otros, en Internet en función del país desde donde se conecta el usuario. Es usado cada vez más por las empresas de contenidos audiovisuales y canales de televisión para restringir regionalmente el acceso de sus contenidos a través de Internet, impidiendo así su difusión con la misión de salvaguardar los derechos de autor.
La fragmentación del mercado para maximizar beneficios es una práctica tan habitual como ilegal desde el punto de vista del Derecho europeo de la Competencia. Bruselas la ha combatido en sectores tradicionales como la automoción. En este caso, algunas marcas prohibían a los concesionarios que vendieran coches a ciudadanos de otro país europeo) o el farmacéutico.
En el sector tecnológico, la CE también ha intervenido, pero hasta ahora caso por caso. Ya está investigando a los grandes estudios cinematográficos de Hollywood por las restricciones que imponen a los canales europeos de televisión en la distribución de sus películas; y a varias empresas de videojuego, por impedir la descarga de sus productos de un país a otro (geo-blocking).
En 2008, la Comisión Europea obligó a Apple a suprimir la cláusula que impedía a sus clientes británicos descargarse canciones de iTunes desde las páginas web de Apple en otro país europeo, un 10% más baratas que las de Reino Unido. La ofensiva de la CE pasa ahora a ser general.