Gran Bretaña y más en concreto el gobierno de David Cameron tiene la intención de endurecer las penas por la piratería audivisual. El Ejecutivo británico se plantea penas muy duras de cárcel de hasta diez años para aquellos ciudadanos que compartan ilegalmente música, programas de televisión y películas a escala comercial. En la actualidad, la legislación estipula penas de dos años de cárcel por este tipo de fraudes.
Y es que la economía del país tiene muy presente el sector de las industrias creativas. Aquí se incluyen cine, televisión y música, que suponen unos 7.100 millones de libras al año de la economía británica, lo que genera más de 1,6 millones de puestos de trabajo.
Según las últimas cifras del regulador de comunicaciones Ofcom, publicadas en septiembre de 2013, más de una quinta parte de todos los contenidos consumidos en línea en el Reino Unido son pirateados.
En el caso concreto de las películas pirateadas, éstas representan el 35% de todas las películas que se consumen, mientras que para la música el porcentaje se sitúa en el 22% y para los programas de televisión en un 18%.
La plataforma de televisión de pago Sky UK (antes Sky Digital) es una de las más castigadas a pesar de disponer de un sistema de acceso condicional muy seguro, como es el de Videoguard. No obstante, la práctica ilícita de lo que se conoce como cardsharing hace mella en el negocio televisivo al poder acceder de forma ilegal muchos usuarios.