La televisión por cable en Estados Unidos empieza a tener fecha de caducidad, un hecho evidenciado por nuevos datos que explican de una tendencia imparable.
La consultora Experian Marketing Services asegura que las suscripciones al cable o al satélite, con paquetes básicos de cientos de canales por una suscripción normal, han sufrido un descenso del 6% entre 2006 y 2013, coincidiendo con el auge de plataformas como Netflix, que acaba de iniciar su comercialización en España, según informa El Mundo.
Sus más de 65 millones de suscriptores en todo el mundo no son una casualidad. Hubo un tiempo en que parecía que el modelo se tambaleaba por su escasa demanda de títulos nuevos y su torpe transición de los DVD por correo al streaming, pero hoy en día sus series de televisión son tan buenas o más que las que sólo se pueden ver por televisión por cable.
Es un caso parecido al de Amazon, apostando por contenido propio y de calidad. La conclusión de muchos usuarios es que ya no es necesario seguir con el modelo tradicional.
Otro estudio de Nielsen que documenta el descenso en consumo de horas de televisión a la semana por parte del estadounidense más joven, pasando de 24 en 2011 a tan sólo 16 en 2015. Al mismo tiempo, otra gráfica demuestra que el vídeo por internet se ha convertido en una opción alternativa a la televisión tradicional, con 22 horas mensuales en la franja de edad entre 18 y 24 años de edad.
El cambio de hábitos puede castigar de sobremanera a empresas como Comcast, DirectTV, Dish Network, Time Warner Cable o Verizon FiOS. La primera de la lista, Comcast, todavía tiene 23 millones de suscriptores.