En otros años a estas alturas de la competición, la Liga española de fútbol estaría muy apretada sin que se pudiera vislumbrar un claro favorito. El poderío del Barça con la ventaja sobre sus más inmediatos perseguidores como son el Atleti y el Real Madrid hace pronosticar que es cuestión de semanas que el equipo azulgrana entone de forma prematura el alirón.
No obstante aún queda emoción. Emoción por ver si el Fútbol Club Barcelona mantendrá esa notoria ventaja o si le pasará factura la Champions.
Las apuestas a estas alturas de competición parecen claras y tal vez los más optimistas puedan dar como ganadores al Atlético o al Real Madrid. Esos optimistas si apuestan por los perseguidores van a conseguir unos magníficos beneficios. Sería como apostar ahora al perdedor.
Si salimos de nuestras fronteras, igual ocurre en otras competiciones internacionales, como es el caso de la Premier League inglesa, donde un sorprendente Leicester City está superando todos los pronósticos iniciales como actual líder de un emocionante torneo británico al que muchos no ven como ganador final a pesar de la excelente y sorpresiva trayectoria de la temporada.
Esa es la magia, la grandeza de saber apostar y ganar. Y no sólo en el fútbol doméstico. Existen otras competiciones deportivas como la Champions League, la Europa League, la Fórmula 1 o el Moto GP que nos van a deparar muchas sorpresas antes de llegar a sus momentos más decisivos.
Atrás quedan las quinielas futbolísticas, pioneras junto a las carreras de caballos, en lo que atañe a las apuestas deportivas de muchos países. Esos momentos pasados han quedado obsoletos gracias a las nuevas tecnologías que permiten pronosticar no sólo un resultado, sino infinidad de posibilidades. Y como acostumbra a ocurrir, la sorpresa es lo que más ganancias aporta. Apostar contra todo pronóstico puede reportarnos de una forma fácil, sencilla y rápida pingües beneficios.
No es de extrañar la multitud de compañías y empresas que han aparecido en el mercado internacional dedicadas a las apuestas deportivas. Incluso muchas de ellas se encargan de patrocinar importantes clubes. En todos los casos, todos salen vencedores, compañías, entidades deportivas y apostantes.