Las autoridades turcas han decretado el cierre de doce canales de televisión por su supuesta complicidad con el fallido intento golpista del pasado 15 de julio.
Según el Consejo Superior de Radio Televisión de Turquía (RTUK), el cierre se produce de acuerdo con el estado de emergencia en vigor en el país y a decisiones del primer ministro, Binali Yildirim.
Organizaciones turcas de prensa protestaron contra la decisión y señalaron que «en el nombre de la lucha contra el golpe, se están aplicando los métodos que un golpe exitoso hubiera puesto en marcha».
Tras el intento golpista, del que el Gobierno islamista turco acusa al movimiento del predicador conservador Fethullah Gülen, fueron cerradas numerosas emisoras de televisión.
Los doce canales clausurados ahora fueron definidos por la prensa local como «kurdos», «de izquierdas» y «alavíes», es decir, no están relacionados con el movimiento de Gülen, quien está exiliado en Estados Unidos.
El Consejo de Seguridad de Turquía (MGK), un órgano compuesto por el Gobierno, el presidente del país y altos cargos militares, recomendó anoche prorrogar tres meses el estado de emergencia, vigente desde el 20 de julio pasado.
Más de cien periodistas han sido detenidos desde el fallido golpe, mientras que unos 2.300 han perdido sus empleos por el cierre de sus medios de comunicación.