Las tarifas de Internet son más caras en 2019. Desde este mes de enero las principales compañías del país han empezado a ajustar sus escaparates con los nuevos precios de sus paquetes.
La primera es Movistar, que ya puso en preaviso a sus clientes de que iniciaba su actualización en la primera semana del año. Pero no es la única, tal y como señalan desde el comparador de Internet y móvil HelpMyCash.com. Ahora bien, ¿se pueden evitar las subidas de precios?
Nuestros derechos frente a las subidas de precios
Pocas cosas son más desagradables que volver de Navidad y ver cómo las facturas suben. Entre dichos recibos, los de las compañías de Internet y móvil son los que más malestar generan. Pero ¿es legal? ¿Pueden cambiarnos de tarifa sin nuestro consentimiento?
Lo primero que debemos tener claro es que si nuestra operadora ha tomado la decisión de cambiarnos la tarifa, no hay vuelta atrás. No importa que llamemos o acudamos a las tiendas oficiales, la decisión es firme y no hay margen de negociación posible. No obstante, no implica que no tengamos opciones.
Si no queremos sufrir las temidas subidas de precios que llegan cada año, lo mejor es estar preparados para dar el salto a otra operadora. Debemos tener en cuenta que este cambio en las cuotas de forma unilateral supone el fin del contrato. Es decir, podremos cambiar a otra teleco sin que se nos puedan aplicar sanciones por incumplimiento de contrato.
Eso sí, tampoco debemos dormirnos en los laureles. Tal y como matizan desde el comparador, solo podremos aprovecharnos de esta ventaja dentro del plazo dado entre que la operadora nos notifica el cambio y que la nueva tarifa entra en vigor. Esto suele ser dos meses. En caso contrario, la compañía entenderá que estamos conformes con la nueva modalidad y pasará a aplicárnosla.
Telecos que se quedan al margen de las subidas, ¿existen?
Movistar, Orange y Vodafone no faltan a la cita anual, por lo que son muchos los clientes que se ven afectados. Sin embargo, existen otras compañías que no suelen cambiar sus precios.
Por ejemplo, MásMóvil (cuarta operadora nacional por derecho) se mantiene fiel a sus tarifas año tras año. Es cierto que en diciembre de 2017 sí revisó ligeramente el coste de su plan sencillo sin móvil y que este año ha eliminado el combinado convergente más económico. Aún con todo ello, la amarilla propone un precio estable desde su contratación y no arrastra estos ajustes de precios a sus clientes actuales.
También Yoigo se muestra un tanto recelosa a la hora de incrementar costes. No es de extrañar si tenemos en cuenta que a los mandos de esta operadora están los responsables de MásMóvil. Con la única tarifa española que ofrece datos ilimitados en el móvil, ¿por qué arriesgarse a subir precios? Si tenemos en cuenta que la fuga de clientes de sus rivales es importante y que deben acabar en algún lado, la de colores probablemente también se resista este año a encarecer sus productos.
Las ‘low cost’: bueno, bonito, barato
Si rehusamos a pertenecer al grupo MásMóvil o estamos encantados con la red de Movistar, Vodafone u Orange, nuestra mejor salida será apostar por sus versiones low cost. En este caso tampoco suelen incrementar sus precios con la llegada del año nuevo y, en muchas de ellas, nos encontraremos con opciones más interesantes que en las principales telecos.
Para hacernos una idea, por un combinado con fibra óptica a 100 MB y una línea de móvil con llamadas ilimitadas y al menos 20 GB, todas rondan los 40 euros. En cambio, un combinado similar en Movistar, Vodafone u Orange implica pagar en 2018 entre 80 y 130 euros/mes. Es decir, hasta un 69% más ahora mismo. Si tenemos en cuenta que este tipo de combinado se encarece en torno a 5 euros/mes cada año, la historia se puede complicar en 2019.
Obviamente, las grandes compañías suman otros servicios, como datos gratis para WhatsApp o una segunda línea móvil. El caso más extremo es el de Movistar, que nos exige contratar la televisión de pago. Ahora bien, ¿compensa? Le decisión es muy personal, pero es evidente que siempre hay alternativas con las que mantener las facturas bajo control.
El único inconveniente que encontraremos es que con estas virtuales perderemos el acceso a la televisión de pago, aunque podemos recurrir a Netflix o Sky TV de forma independiente y ahorrar aún más a final de mes.