Considerada la mejor televisión del mundo, la BBC cumple 87 años de su primera emisión regular con el prestigio intacto y retos importantes en los últimos tiempos como una reducción de su presupuesto y la necesidad de adaptarse a la era de internet. A las tres de la tarde del 2 de noviembre de 1936, la BBC hacía historia convirtiéndose en la primera cadena del planeta que ofrecía una programación diaria.
La emisión inaugural, que fue vista por tan sólo 400 personas, consistió en una ceremonia muy poco televisiva que incluía un concierto de la orquesta de la cadena y varios discursos, pero en ese momento empezaba de manera pionera toda una aventura, la televisión tal y como la conocemos.
Desde entonces, a excepción de un parón durante la Segunda Guerra Mundial, la BBC ha llegado ininterrumpidamente a los hogares británicos mezclando información y entretenimiento, pero manteniendo siempre la mejor calidad, algo que ha contagiado al resto de los canales del país y que ha marcado una forma muy especial de hacer televisión.
Grandes series como ‘Yo, Claudio’ u ‘Orgullo y Prejuicio’ llevan su sello, o populares documentales, especialmente los de naturaleza dirigidos por David Attenborough, como ‘Planet Earth’.
Institución respetada
Es una de las instituciones mas respetadas por los británicos, y a pesar de contar con competencia de canales privados desde 1955 (cuando se lanzaba ITV) sigue gozando de unas audiencias que superan el 20%.
La BBC hoy no tiene nada que ver con la que inició de manera experimental sus emisiones hace 84 años. Unos 25.000 empleados trabajan en sus dos canales generalistas y en otros seis que se pueden ver de manera digital vía TDT y/o por internet.
Otra de las señas de identidad de la BBC es que no tiene publicidad, pues su sistema de financiación se basa en la licencia por la que todos los hogares, compañías y organizaciones donde se recibe su señal pagan anualmente 146 libras (unos 170 euros), una cantidad fijada por el Gobierno y aprobada por el Parlamento. Además, la cadena pública se financia a través de la venta de programas y formatos, publicación de revistas y libros y por el alquiler de sus estudios.