Movistar Plus+ estrenará la quinta entrega de ‘Fargo’, la serie ganadora de los premios Emmy®, AFI, Peabody y TCA Award creada por Noah Hawley y producida por MGM Television y FX Productions, el miércoles 29 de noviembre.
El nuevo caso de ‘true crime’ de la quinta entrega de ‘Fargo’ consta de 10 episodios y está ambientado en Minnesota y Dakota del Norte en 2019.
Después de que una inesperada serie de acontecimientos ponga a Dorothy ‘Dot’ Lyon (Juno Temple) en apuros con las autoridades, esta aparentemente típica ama de casa del Medio Oeste se verá de repente inmersa de nuevo en una vida que creía haber dejado atrás.
El sheriff de Dakota del Norte Roy Tillma (Jon Hamm) lleva mucho tiempo buscando a Dot. Roy, ganadero, predicador y hombre fiel a la Constitución de su país, cree que él es la ley y que, por lo tanto, está por encima de ella. A su lado está su hijo Gator (Joe Keery), leal pero irresponsable, desesperado por demostrar su valía a su padre. Lástima que no tenga remedio. Así que cuando se trata de dar caza a Dot, Roy ficha a Ole Munch (Sam Spruell), un sombrío vagabundo de origen misterioso.
Cuando sus secretos más profundos empiezan a desvelarse, Dot intenta proteger a su familia de su pasado, pero su cariñoso y bienintencionado marido Wayne (David Rysdahl) sigue acudiendo a su madre, Lorraine Lyon (Jennifer Jason Leigh), en busca de ayuda. Directora ejecutiva de la mayor agencia de cobro de deudas del país, la “Reina de las Deudas” no escatima ninguna ocasión para expresar a su hijo su desaprobación por la esposa elegida.
Sin embargo, cuando el inusual comportamiento de Dot llama la atención de la ayudante del sheriff de la policía de Minnesota Indira Olmstead (Richa Moorjani) y del ayudante del sheriff de Dakota del Norte Witt Farr (Lamorne Morris), Lorraine encomienda a su consejero y principal asesor, Danish Graves (Dave Foley), la tarea de ayudar a su nuera. Al fin y al cabo, la familia es la familia. Pero Dot tiene una extraña habilidad para sobrevivir. Y aun con el agua en el cuello, está a punto de demostrar por qué nunca hay que provocar a una típica ama de casa.