Los dos grandes grupos de televisión privada en España, Atresmedia y Mediaset, atraviesan su mayor crisis de las últimas décadas.
La presión de la televisión pública (RTVE) y el avance imparable de las plataformas de streaming y la TV de pago están no solo erosionando su audiencia, sino amenazando seriamente sus ingresos y modelo de negocio.
Cuatro años de caídas que se aceleran
Desde 2021, dejando aparte la anomalía de la pandemia, Atresmedia y Mediaset han visto desplomarse 4,7 puntos su cuota de audiencia diaria y 5,5 puntos en el codiciado prime time (20:30–00:00).
RTVE, gracias a una programación renovada y la adquisición de derechos deportivos de primer nivel, ha sabido capitalizar esa fuga: sus cinco canales han crecido 1,7 puntos en total y casi 3 puntos en prime time, acelerando la tendencia en 2024 tras reestructurar su parrilla e invertir en grandes eventos.
Mediaset ha sufrido especialmente el golpe, perdiendo 3,6 puntos en share general y, en prime time, 2,9. Atresmedia limita un poco el daño (1,1 y 2,6 puntos menos, respectivamente). Aproximadamente la mitad de la audiencia perdida por las cadenas privadas ha migrado a canales públicos, mientras que un tercio se ha dirigido a la televisión de pago o plataformas globales como Netflix, Prime Video o Disney+.
El golpe a los ingresos: cuando la caída ya no es invisible
La fuga de espectadores se había notado, hasta ahora, más en cifras de share que en los balances. Pero 2024 ha cambiado el panorama.
RTVE ha incrementado los segmentos patrocinados y los eventos deportivos con patrocinio, mientras que plataformas como Netflix y Movistar+ apuestan por modelos con publicidad y tarifas más bajas para captar nuevos públicos. Movistar+, por ejemplo, ha multiplicado el volumen de anuncios entre canales.
El impacto es evidente: los ingresos publicitarios de Atresmedia y Mediaset han caído un 6,7% en los primeros nueve meses de 2024, pasando de 1.090 a 1.020 millones de euros. Mediaset lidera la caída con un 8,4%, en línea con su mayor pérdida de audiencia, y Atresmedia registra un descenso del 5,7%. Atresmedia reconoce un desplome del 18% en beneficios, mientras que las cuentas de Mediaset se ven difuminadas por el reporting global de su matriz, MFE-MediaForEurope.
Un desafío mucho más profundo que el entorno económico
Lo más preocupante es que este desplome ocurre mientras la economía española crece a ritmos superiores al resto de la UE (PIB +2,9%) y el consumo privado se acelera (+3,3%). Todo indica que no es una crisis coyuntural, sino estructural. El paralelismo con el declive de la prensa escrita tras el auge de internet es cada vez más difícil de ignorar.
En la Bolsa, las acciones de Atresmedia y Mediaset resienten esta realidad, en contraste con un año alcista para los activos españoles.
Streaming: el nuevo rey en los hogares más valiosos
Un informe reciente de EAE Business School revela hasta qué punto el streaming ha cambiado el panorama: el 64% de los hogares con internet están suscritos al menos a una plataforma, y un 36% paga por dos. Son por lo general hogares más jóvenes y de mayor poder adquisitivo, justo los más valorados por anunciantes, frente al perfil más envejecido y menos atractivo de quienes siguen viendo solo televisión convencional.
Publicidad y datos: la gran ventaja competitiva de las plataformas
Aunque la transparencia aún es limitada, Netflix afirma que su base de usuarios con publicidad en España supera los 10 millones mensuales, que consumen una media de 46 horas al mes y ven entre 4 y 5 minutos de publicidad por hora. Más allá de las cifras, la clave está en la capacidad tecnológica: Netflix permite a las marcas sincronizar campañas, segmentar audiencias por criterios geográficos, demográficos y de hábitos, y medir la efectividad real de cada euro invertido, algo fuera del alcance todavía para la televisión tradicional.
