España se ha convertido en el epicentro europeo del auge de la televisión en streaming gratuita con publicidad, un formato que cada vez conquista a más usuarios.
Hoy, más de un tercio de los adultos conectados del país disfruta cada mes de este tipo de contenidos a través de plataformas como Pluto TV, Samsung TV Plus o LG Channels. Esta consolidación sitúa al mercado español por delante de referentes tradicionales como Reino Unido, Alemania o Francia.
El fenómeno FAST (Free Ad-Supported Streaming TV) —televisión en streaming gratuita financiada por anuncios— no solo está transformando la forma de consumir contenidos, sino que también redefine el modelo de negocio audiovisual.
Su crecimiento proyecta un salto espectacular: de los 6 mil millones de dólares previstos para 2025 a unos 11 mil millones en 2030, según previsiones recientes. En España, el despegue será aún mayor, con ingresos que podrían duplicarse en el mismo periodo.
La expansión de FAST va de la mano de la inversión de gigantes tecnológicos y fabricantes de televisores. Dispositivos con sus propios canales, como Roku, Samsung o Fire TV, han encontrado en esta fórmula una vía directa para fidelizar usuarios y ofrecerles una experiencia inmediata, gratuita y cada vez más personalizada.
El público, por su parte, responde con entusiasmo ante la posibilidad de acceder a contenidos lineales y temáticos sin cuotas mensuales ni registros complejos.
Detrás de estas cifras se encuentra un estudio de Omdia, presentado en el evento Content London por su directora de fusiones y adquisiciones, Maria Rua Aguete. Durante su intervención, destacó que España “lidera Europa en el apetito por contenidos gratuitos de calidad” y que este modelo “se ha consolidado como una alternativa real para quienes buscan entretenimiento sin compromiso de suscripción”.
El crecimiento no solo está llegando a las grandes compañías. Cada vez más creadores digitales y YouTubers aprovechan los canales FAST para lanzar sus propios espacios de contenido, diversificar audiencias y monetizar de nuevas formas.
Sin embargo, Rua Aguete advierte que distribuir contenido online en la pantalla del televisor no convierte automáticamente ese formato en televisión. “De lo contrario”, bromeó, “jugar a la consola también contaría como ver la tele”.