la violabilidad del sistema encriptado de la filial de France Télécom muestra que se trata de una codificación muy débil, tan débil que no es necesario nuevos dispositivos de última generación para su emulación fraudulenta.
A pesar de las estrategias comerciales de determinados grupos con el objetivo de sacar tajada económica aprovechando el resurgir de la piratería de la televisión de pago, lo cierto es que la codificación ahora vulnerada, la Viaccess PC 2.6, está permitiendo desempolvar receptores obsoletos, CAMS e incluso tarjetas de plástico de inicios de la década.
Esta situación actual ya se vivió en otras épocas y la historia se repite pero con connotaciones distintas. Por una parte, la violabilidad del sistema encriptado de la filial de France Télécom muestra que se trata de una codificación muy débil, tan débil que no es necesario nuevos dispositivos de última generación para su emulación fraudulenta.
SatCesc.com ha echado una vista a la historia para comprobar que Viaccess es el sucesor natural de la codificación analógica en sistemas D2-MAC que a finales de los años 80 e inicios de los 90 llevaba el nombre de Eurocrypt. Por aquel entonces, la mayoría de canales escandinavos que emitían en D ó D2-Mac, codificaban con Eurocrypt M, S y S2. Más tarde, a finales de los 90, cuando aún quedaban unos cuantos canales analógicos activos, aparecían claves y códigos a doquier y a pesar de realizar cambios a diario, éste era un sistema ampliamente pirateado.
Fue cuando del Eurocrypt analógico aparecieron dos sistemas digitales: el Viaccess (de France Télécom) y el Conax (de la compañía Telenor de Noruega). Posteriormente también fueron «abiertos» por los hackers llevándose siempre la peor parte la codificación de Viaccess.
Si en otros tiempos la piratería de la televisión de pago era un frondoso negocio para la venta de tarjetas inteligentes emuladoras y/o receptores vía satélite, ahora estos pueden volver a ser reaprovechados. Estamos hablando de marcas y modelos descatalogados, algunos de ellos en el mercado de segunda mano. Y como la historia se repite, será todo momentáneo, hasta que se logre de nuevo «cerrar» o eliminar la codificación violada.
