Un estudio de iforTv para la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) pone de relieve las luces y sombras tras el apagón analógico.
El estudio realizado entre los miembros del panel de audimetría de iforTv, en el que éstos participan a través de su teléfono móvil y su correo electrónico, pone de relieve aspectos como los siguientes:
o Más de la mitad (un 56%) de los espectadores consultados muestra su satisfacción con el paso de la televisión analógica a la digital terrestre, si bien un 48% afirma que en el panorama actual de la TDT unas cosas han mejorado pero otras han empeorado con respecto a la situación anterior. Esta ambivalencia se observa también en el hecho de que un 38% de los encuestados considera que tras el apagón analógico la oferta de la TDT mejora sus expectativas iniciales, frente a un 36% que considera defraudadas sus expectativas.
o El aumento de la oferta y su mayor variedad, junto con la mejora de imagen y sonido, son los principales puntos fuertes que los espectadores perciben en la TDT. Por el contrario, las principales críticas ante la “nueva televisión” se refieren a la baja calidad de muchos contenidos; al abuso en la repetición de programas y episodios de series, y a las dificultades técnicas de acceso (sintonización, pérdida y resintonización de canales).
o Al ser preguntados por las innovaciones tecnológicas asociadas a la TDT, un 65% se muestra especialmente satisfecho con la posibilidad de visionar contenidos en HD y 3D, un 61% con las llamadas guías electrónicas de programación (EPGs) y un 59% con la posibilidad de acceder a los canales de radio. Otras innovaciones como la opción de ver películas y programas en versión original (48%), la posibilidad de control parental (39%) o los servicios interactivos (16%) no aparecen tan valoradas en la encuesta a pesar de su indudable utilidad, debido seguramente a que no se conocen o no se perciben tanto sus beneficios. En este sentido, hay que tener en cuenta que en torno a la mitad de los encuestados no manifiesta opinión sobre la opción de control parental o la posibilidad de disfrutar de servicios interactivos.
o La mayoría de los encuestados (un 60%) considera adecuado el número de canales a los que pueden acceder a través de la TDT, si bien en torno a un 20% lo considera excesivo. Esta percepción es mayor entre los espectadores más tradicionales, que no abonados a ofertas de cable o satélite, y que quizás han de realizar ahora un mayor esfuerzo de búsqueda para contactar con sus programas favoritos.
o Casi la mitad de los encuestados (un 46%) rechaza determinados canales o contenidos de la actual oferta de la TDT y preferirían que no se emitieran. Las críticas se centran sobre todo en las teletiendas, seguidas a distancia por el esoterismo / videncia. Los espectadores muestran también su rechazo, aunque en porcentajes más bajos, con respecto a los llamados espacios de call Tv (concursos telefónicos televisivos en los que participan los espectadores); a las cadenas consideradas sectarias o radicales desde el punto de vista político; a los contenidos sensacionalistas conocidos como “telebasura”, y a la mostración de anuncios de contactos en pantalla combinada en ocasiones con imágenes de sexo explícito.
o Las mujeres y los espectadores más jóvenes son los que valoran más positivamente el paso a la TDT, aunque al mismo tiempo es entre los espectadores más jóvenes entre los que se produce un mayor rechazo a determinados contenidos.
o Los datos de iforTv ponen de relieve que los espectadores satisfechos con la TDT dedican, de media, un 35% más de tiempo a ver la televisión que los indiferentes o abiertamente insatisfechos. Es, por tanto esa actitud positiva o negativa hacia la programación la que influye en el consumo televisivo en mayor medida que otros indicadores sociodemográficos e incluso de equipamiento.
A la luz de estos resultados, la ASOCIACIÓN DE USUARIOS DE LA COMUNICACIÓN ha pedido a las cadenas un mayor esfuerzo para garantizar contenidos innovadores y de calidad. Pero también un mayor esfuerzo tecnológico en aspectos como la oferta de contenidos en HD y 3D, la emisión de contenidos en versión original y adecuadamente subtitulado; la información suficiente y actualizada sobre la programación, y el desarrollo de servicios interactivos. Asimismo, muestra su preocupación por la impunidad con la que muchas cadenas, en buen aparte al margen de la legalidad, ofrecen contenidos de esoterismo, teletienda o de carácter sexual sin que las administraciones parezcan capaces de actuar contra ellas. Y advierten también de las dificultades que para los espectadores pueden suponer los sucesivos “dividendos digitales” para liberar espectro radioeléctrico terrestre si no se planifica adecuadamente este proceso.
NP