Las autoridades sudanesas cerraron hoy la oficina en Jartum del canal de televisión emiratí Al Arabiya, en el quinto día de protestas en las que han muerto decenas de personas.
Según informó Al Arabiya en su página web, el Gobierno sudanés convocó antes de la decisión del cierre al corresponsal de la cadena en Jartum, Saadedin Husein, para protestar por su cobertura de las manifestaciones sucedidas a raíz de la decisión del gobierno sudanés de eliminar las subvenciones a los combustibles para hacer frente al déficit del Estado.
La televisión recuerda que el ministro sudanés de Información, Ahmed Bilal, ha intervenido en varias ocasiones con comunicaciones telefónicas en el canal durante los últimos dos días. Bilal acusó a los medios de comunicación internacionales de exagerar en el número de víctimas y calificó a los manifestantes de vándalos.
Además, la oficina del canal de noticias Sky News Arabia también ha sido cerrado, prohibiendo a su corresponsal trabajar y confiscando su equipo. Las autoridades no han justificado esta decisión, según el canal de Abu Dhabi.
Las autoridades han cerrado varios diarios locales porque, a su juicio, han cruzado la «línea roja» en su cobertura de las protestas, que han derivado en violentos disturbios.
Además, la conexión de internet ha estado cortada un par de días en todo el país, en medio de las acusaciones mutuas del Gobierno y la oposición.
Hace dos días, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) pidió a las autoridades de Sudán que restauren inmediatamente la conexión a internet y permitan a los periodistas trabajar en libertad durante las actuales manifestaciones. En un comunicado, el CPJ denunció que la desconexión de internet parece «un intento oficial para reprimir la cobertura de las protestas violentas».
Una fuente del Ministerio de Sanidad ha informado de que al menos treinta personas han muerto en Jartum desde el lunes pasado, mientras que los opositores elevan a más de cien la cifra de fallecidos en todo el país.
Según un informe de Amnistía Internacional (AI), medio centenar de personas fallecieron entre el martes y el miércoles por disparos en el pecho y la cabeza. La organización instó a las fuerzas de seguridad sudanesas a cesar inmediatamente el uso indiscriminado e ilegal de la fuerza contra los manifestantes.