Arabia Saudita, cuyas relaciones con Qatar son tensas, exige la clausura de la cadena Al Jazeera. Riad también pide el cierre de los centros de investigación con sede en Doha, sobre todo el Brookings Doha Center y el Centro Árabe de Investigaciones y Estudios Políticos, dirigido por el ex diputado árabe israelí Azmi Beshara, considerado como la eminencia gris del emir, el jeque Tamim ben Hamad Al Thani.
Arabia Saudita, así como los Emiratos Árabes Unidos y Bahrain, llamaron el 5 de marzo a sus embajadores en Doha, acusando a Qatar de interferir en sus asuntos y de llevar a cabo una política desestabilizadora en la región, sobre todo debido a su apoyo al movimiento islamista, según la agencia AFP citando una fuente vinculada a los participantes en la última reunión de las monarquías del Golfo.
El canciller saudita, Saud Al Faisal, pide que Qatar se someta a tres exigencias: «cerrar el canal Al Jazeera, que provoca la sedición, cerrar los centros de investigación en Doha, y entregar a toda persona fuera de la ley» que se encuentre en su territorio.
Qatar es considerado como uno de los principales proveedores de fondos de los Hermanos Musulmanes en Egipto y de los grupos vinculados a esta cofradía en los países de la Primavera Árabe. En cambio, Arabia Saudita y las otras monarquías árabes del Golfo apoyan a los militares egipcios.
Verdaderamente la diferencias entre unos y otro son grandes.
Lo que piden los Emiratos hay que contemplarlo dentro de lo razonable.
Pero los Qataríes son muy poderosos. No hay más que ver su expansión televisiva camino de todos los continentes.
Se juega la …….estabilidad del Golfo pérsico.