Vodafone investiga si Ono hinchó las cuentas y cometió fraude fiscal. Las pesquisas salpican a los anteriores directivos de la empresa de cable Vodafone ha abierto una investigación para comprobar si la anterior cúpula directiva de Ono hinchó las cuentas de la cablera y cometió irregularidades fiscales antes de que la cablera fuera adquirida por la multinacional británica la pasada primavera.
La presunta trama se basaba en la compraventa de minutos de llamadas internacionales, un negocio muy habitual en las operadoras de telecomunicaciones, pero que, en el caso de Ono, se habría realizado fuera del balance y sin tributar por IVA. No obstante, la facturación de ese negocio se incorporaba a las cuentas de la empresa para mejorar sus ingresos o su resultado operativo.
Esa operativa se realizaba por un departamento integrado por cuatro empleados de los que tres han causado baja, según fuentes conocedoras de la operación. No obstante, al tratarse de un volumen de negocio superior a los 200 millones, se investiga si contaba con el conocimiento y el consentimiento de la cúpula gestora de Ono: el presidente, José María Castellano; la consejera delegada, Rosalía Portela, y el director financiero, Carlos Sagasta. Ninguno de ellos está en la compañía, ya que la abandonaron poco después de producirse la compra.
Vodafone anunció la compra de Ono por 7.200 millones de euros en marzo pasado, pero no tuvo constancia de la investigación realizada por las autoridades españolas sobre un presunto fraude fiscal del IVA hasta un poco antes de completar la operación de compra, el 23 de julio pasado, según confirmaron a este diario en fuentes próximas a la compañía. En ese mismo momento
La cúpula directiva de Ono puede perder 65 millones en bonus
La firma británica ordenó la apertura de una auditoria forense y se puso en contacto con la Agencia Tributaria en relación con este tema para colaborar en la investigación tributaria. «Debido a que este asunto sigue bajo investigación, no podemos hacer más comentarios», indicó un portavoz de la multinacional.La Agencia Tributaria abrió en julio de 2013 un procedimiento de inspección a ONO en el que, entre otros impuestos, se investigaba el IVA en el periodo de diciembre de 2009 a 2011, según consta en las últimas cuentas de la cablera depositadas en el Registro Mercantil.
Otra consecuencia de este presunto caso de fraude sería la decisión de Vodafone de anular el pago de un bonus de 65 millones que tenían pactados Castellano, Portela y Sagasta en caso de que Ono fuera adquirida por otra compañía, como sucedió, según publicó El Confidencial, aunque este extremo no pudo ser confirmado. Dicho plan de incentivos también figura en las cuentas de Ono de 2013, aunque la dirección de la cablera señalaba en las mismas que la probabilidad de que se pudieran cobrar por la venta de la empresa era «incierta».