El Gobierno mexicano ha anunciado la creación de una comisión de investigación para aclarar las causas que provocaron la pérdida de su satélite de comunicaciones Centenario, lanzado días atrás a bordo de un cohete ruso Protón-M.
El Ejecutivo mexicano y la empresa International Launch Services (ILS), responsable del lanzamiento del satélite, informaron de que «durante la tercera etapa del lanzamiento, aproximadamente 490 segundos después de haber despegado el cohete portador Protón-M, falló la misión».
En este texto, publicado en ‘sputniknews.com’, no se pone de manifiesto si el problema fue provocado por Proton-M o del satélite. Esta conclusión se conocerá tras la creación de la comisión investigadora, con la que, según apunta el Gobierno mexicano, se podrán depurar responsabilidades.
En un primer momento, desde Roscosmos se había informado de que el satélite y el cohete habían sufrido un accidente «poco después de su lanzamiento» y que ambos «se quemaron casi por completo en la atmósfera».
Según la agencia de noticias rusa, poco después del lanzamiento «el aparato no se separó de la tercera etapa del cohete portador» y apunta a que «con gran probabilidad el satélite estaba perdido». Finalmente, un representante del Ministerio de Emergencias ruso confirmó la caída del Protón-M, descartando que el accidente haya producido víctimas.
El satélite mexicano ahora perdido, llamado Mexsat-1 o ‘Centenario’, fue fabricado para tener la capacidad de comunicar a 80.000 terminales móviles, de los cuales, entre 5.000 y 10.000 podrían utilizarse para el programa ‘México Conectado’ que ha puesto en marcha el gobierno de Enrique Peña.
El primer satélite de este tipo para las telecomunicaciones de México fue lanzado en diciembre de 2012 y tenía capacidad para conectar a internet a terminales fijos y actualmente conecta más de 5.000 puntos en el país norteamericano, según informa su Gobierno.
A falta de conocer responsabilidades, se trata del segundo fallo de aeronáutico en el que se ve implicada la agencia espacial rusa en menos de un mes. El pasado 28 de abril un cohete Soyuz lanzaba un carguero hacia la Estación Espacial Internacional (ISS) que nunca llegó a su destino. Un fallo técnico provocó que los controladores rusos en tierra perdieran contacto con la nave espacial poco después de su separación del cohete, unos nueve minutos después del lanzamiento.