La Gendarmería ha detenido en las poblaciones francesas de Blois y Romorantin a tres individuos acusados de piratear la televisión de pago y distribuir su señal de forma fraudulenta a través del sistema conocido como cardsharing.
En la misma operación, la policía se ha incautado de los equipos técnicos de recepción previamente manipulados, tanto de los detenidos como de los clientes, que pagaban una cuota para poder acceder a los contenidos de la televisión de pago.
Los detenidos son tres hermanos que pasaron a disposición judicial. El modus operandi era la reventa de aparatos decodificadores que permitían de forma ilegal poder ver los canales de la plataforma CanalSat y beIN Sports.
Los clientes, investigados
En este caso se da la circunstancia que los clientes de la red también están siendo investigados porque la policía pudo acceder al listado de los «suscriptores» que tenían los tres hermanos ahora detenidos.
La Gendarmería pudo acceder a los hogares de los clientes y también se incautó del material técnico que había comprado previamente.
El daño estimado a CanalSat y beIN Sports se calcula que supera los 75.000 euros. Ahora, los hackers y sus clientes tendrán que comparecer ante la justicia para hacer frente a los presumibles daños y perjuicios económicos ocasionados.
