Eutelsat ha manifestado su voluntad de vender la participación del 33,6% que tiene como segundo accionista de Hispasat, operador español de satélites controlado por Abertis.
Eutelsat asegura contar con un derecho de venta al resto de socios de la compañía de su porcentaje en Hispasat, una opción que, de su lado, Abertis no reconoce y, por lo tanto, rechaza.
La firma francesa dice que el derecho de compraventa de su participación con Abertis data de 2008. El grupo español, de su lado, argumenta que cuando en 2013 se hizo con el control de Hispasat se renovaron los pactos de accionistas y varios aspectos de los mismos, entre ellos el de la ‘put’.
La compañía española de concesiones de infraestructuras asegura además que, en virtud de esos pactos, existe un compromiso de permanencia de los socios de Hispasat, por el que todos ellos se vincularon al capital de la empresa de satélites hasta julio de 2017.
Abertis cuenta con un 57% de Hispasat, porcentaje que le garantiza el control de la firma, a la que consolida en sus cuentas. El 9% del capital del operador de satélites permanece en manos del Gobierno de España a través de dos sociedades, el Inta y el CDTI.
En este sentido, el grupo que dirige Francisco Reynés recuerda que «cualquier transmisión de acciones de Hispasat requiere la previa aprobación por parte del Consejo de Ministros», según indica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En un comunicado, Eutelsat anuncia que «ha iniciado el proceso de desinversión en Hispasat mediante el ejercicio de la ‘put’ que el socio mayoritario de la empresa, Abertis, le concedió en 2008».
«Según los términos de dicha ‘put’, el valor de la participación en Hispasat debe determinarse por un experto independiente», indica la compañía gala en su comunicado, en el que reconoce que la eventual transacción debe ser objeto de aprobación por el Ejecutivo español.
Eutelsat anuncia su intención de salir de la compañía satelital española semanas después de anunciar una revisión de su estrategia de negocio y sus objetivos económicos para adaptarlos a la actual evolución de los mercados, que incluye medidas de reducción de costes e inversiones.
