La subasta de la televisión privada griega ha concluido en la madrugada de este 2 de septiembre con la adjudicación de las cuatro licencias de retransmisión a dos canales ya existentes y dos postores nuevos, por un total de 246 millones de euros.
Las empresas que han obtenido una licencia son las cadenas ya existentes Skai, que abonará un total de 34,6 millones de euros y canal ANT1, por 75,9 millones de euros.
A ellas se suman dos empresas de nueva creación, Alter Ego, propiedad del armador Vanguelis Marinakis, por un total de 73,9 millones y el canal que abrirá el magnate de la construcción Jrístos Kalogritas, quien abonará 52,6 millones de euros.
Los adjudicatarios tendrán ahora 5 días para detallar cómo piensan obtener los recursos financieros necesarios y en un plazo de 90 días deben concluir toda la tramitación necesaria para ser operativos.
Transcurridos esos tres meses ningún canal sin una licencia podrá seguir emitiendo.
Las cadenas que obtengan una licencia deberán abonar la tercera parte del precio en un plazo de treinta días, el siguiente tramo transcurrido un año y el último en dos años.
En sus 27 años de existencia, los canales privados nunca pagaron por derechos de emisión y funcionaron con licencias provisionales.