Popcorn Time ha cerrado definitivamente sus puertas. Se trataba de una aplicación pirata que en su momento tuvo millones de seguidores en todo el mundo al permitir a sus usuarios recibir ilegalmente canales de televisión y películas.
El servicio se lanzó originalmente en 2014 y sus desarrolladores lo abandonaron rápidamente ante las denuncias que recibieron por sus presuntas prácticas ilegales, sobretodo desde Netflix.
No obstante, al tratarse de un proyecto de código abierto, otros desarrolladores cogieron su relevo y pudieron mantenerlo en funcionamiento. Aún así ha experimentado una fuerte disminución en su uso a lo largo de los últimos años.
Ahora, el grupo que últimamente estaba detrás de Popcorn Time ha anunciado su cese en un correo electrónico en el que se decía que lo estaban cerrando «por falta de interés», según informa Bloomberg.
De hecho Popcorn Time en realidad nunca llegó a alojar contenidos. Solo proporcionaba una interfaz para la navegación de los usuarios. Su estado legal siempre fue cuestionado y a pesar de su cierre otros usuarios podrían recuperar el código y resucitarlo en el futuro.
Netflix constató que Popcorn Time era un serio rival
Ya en el año 2015 Netflix planteaba a la piratería como uno de sus «mayores competidores» y señalaba que la aplicación Popcorn Time era un serio rival.
La aplicación Popcorn Time permitía a los usuarios navegar por un catálogo de películas y programas de televisión, seleccionar uno para obtener más información y luego comenzar a transmitirlo después de un breve período de almacenamiento en el búfer. Netflix apuntaba a un gráfico de tendencias de Google que comparaba la popularidad de las búsquedas de Netflix, HBO y Popcorn Time. El gráfico indicaba que la popularidad de Popcorn Time había aumentado significativamente en los últimos seis meses, con búsquedas de la aplicación ahora a la par de Netflix y muy por encima de HBO.
La aplicación Popcorn Time fue desarrollada originalmente por un grupo argentino, que afirmó que la piratería de películas era un «problema de servicio», creado por la actitud excesivamente restrictiva y obsoleta de la industria cinematográfica.
