Si bien la apropiación de productos o servicios ofrecidos por terceros en línea parece estar socialmente aceptada, los mismos principios deberían aplicarse tanto al mundo físico como al digital, escribe Andrea Fabra Fernández, Gerente de Políticas Públicas de Telefónica en una publicación de blog. “La piratería tiene un impacto perjudicial significativo en la industria creativa, lo que lleva a la reducción de los ingresos de los productores de contenido y la desmoralización dentro del sector”, declara.
“El uso y la distribución no autorizados de contenido protegido por derechos de autor tiene una larga historia que es anterior incluso a la invención del cine y la música grabada”, señala. “La piratería es una práctica que ha sido socialmente aceptada y mal seguida por las autoridades, con poca conciencia del impacto perjudicial que tiene en la industria creativa y la desmoralización que causa entre los creadores en este sector cultural crucial”.
“Recordamos episodios notorios como el caso de Napster, una plataforma de intercambio de archivos de música que llegó a tener 80 millones de usuarios mensuales y representó un desafío importante para la poderosa industria de la música”, recuerda. “En respuesta a una avalancha de solicitudes de infracción de derechos de autor, Napster implementó un filtro para bloquear canciones no autorizadas dentro de las 72 horas. Sin embargo, finalmente no logró probar la efectividad de este mecanismo y se le ordenó pagar $26 millones a la industria y cesar sus actividades”, advierte.
Tras un replanteamiento de la actividad empresarial y accionarial, Napster pasó a convertirse en un servicio de música en streaming bajo un modelo de suscripción que nada tenía que ver con su modelo inicial. Sin embargo, este nuevo modelo ya había sido replicado por muchas otras empresas, no solo por la industria musical.
A principios de año, conocimos que el sitio web de imágenes de archivo Getty Images, había decidido demandar a la empresa Stability AI. Alegó que había utilizado sin permiso 12 millones de imágenes suyas protegidas por derechos de autor para entrenar su modelo de Inteligencia Artificial Stable Diffusion.
Son muchos los ejemplos que podríamos referenciar para poner de manifiesto los daños, difícilmente reparables, que la piratería causa a la industria creativa. Una industria que representa más del 3% del PIB mundial.
El término piratería suena peyorativo,mejor llamar a las cosas por su verdadero nombre:vulneración de derechos de autor.Si los operadores y la industria audiovisual,musical y de videojuegos tuvieran precios más accesibles por el contenido que ofrecen y contribuyan a la preservación de estos (hay joyas que se perdieron por no editarlas en otros formatos),se acabaría o minimizaría