El cese de la señal en definición estándar (SD) de los canales de Televisión Digital Terrestre (TDT) el pasado 14 de febrero ha generado una escasez persistente de televisores pequeños incluso dos meses después.
Las televisiones de 24 ó 28 pulgadas, con un precio medio de unos 200 euros, son las más afectadas. Son comúnmente usadas como segundos televisores en cocinas o habitaciones, y su escasez se debe a que las familias no las suelen cambiar con frecuencia.
Desde el Gremio de Comerciantes de Electrodomésticos de Cataluña se señala que la oferta aún no se ha recuperado por completo.
Se considera que la situación no se normalizará hasta el verano, ya que durante las vacaciones muchas familias se darán cuenta de que sus televisores antiguos ya no funcionan. A pesar de que el apagón estaba previsto desde enero de 2023, la mayoría no lo tenía presente, lo que ha llevado a una falta de preparación por parte de fabricantes, distribuidores y almacenes.
El aumento repentino de la demanda ha obligado a acelerar la importación de televisores de China y Corea, pero aún así, la reposición de los stocks llevará tiempo. La venta de descodificadores también ha aumentado, ya que permiten ver los canales en HD en televisores antiguos, aunque esta solución es temporal y a largo plazo se requerirá la compra de un nuevo televisor.