Este pasado febrero, Onetoro presentó un ambicioso proyecto televisivo único en el mundo taurino, con 117 corridas anunciadas, seis series de producción propia con más de 180 capítulos, resúmenes de festejos en más de 40 plazas y retransmisiones especiales inéditas.
Una programación excepcional que, sin embargo, no ha logrado atraer el número necesario de abonados para asegurar su viabilidad a largo plazo.
A pesar del esfuerzo, la plataforma solo alcanzó 60.000 suscriptores en julio, su máximo pico de la temporada, una cifra insuficiente para cubrir los elevados costes de los derechos de imagen necesarios para emitir una corrida en directo. Los precios exigidos por estos derechos, sencillamente, no se corresponden con la realidad económica del sector.
Desajuste entre expectativas y realidad
Los estudios de mercado de Onetoro proyectaban un potencial de 200.000 suscriptores solo en España. No obstante, la piratería ha reducido drásticamente esta cifra: solo uno de cada cuatro aficionados paga por ver el contenido de manera legal.
En países como México y Perú, la situación es aún más preocupante, con apenas un espectador legal por cada veinte usuarios. Esto a pesar de que el coste medio de una corrida en Onetoro TV se sitúa en tan solo 1,28€.
Las pérdidas acumuladas en menos de dos años superan los 12 millones de euros, y los inversores privados de la plataforma ya no están dispuestos a seguir aportando capital sin un acuerdo que garantice la viabilidad del proyecto. La sensación entre los inversores es que están subvencionando al sector taurino, habiendo inyectado más de 20 millones de euros en derechos de imagen y otros 7 millones en producción y promoción, sin obtener la exclusividad esperada ni el apoyo necesario del sector.
Una llamada al sector taurino para adaptarse
Ante esta situación, Onetoro hace un llamamiento al sector para que se reorganice y profesionalice, tomando ejemplo de otras industrias que dependen de los ingresos por derechos de imagen. Estos sectores han logrado no solo sobrevivir, sino mejorar su visibilidad y atraer inversión externa.
La única manera de asegurar un futuro sostenible para la retransmisión de corridas de toros es mediante la colaboración y un plan de acción claro y transparente. La inversión privada debe ser previsible y rentable; el actual modelo, en el que los inversores asumen pérdidas continuas, es insostenible.
A sus suscriptores
A los 53.504 suscriptores actuales, así como a todos los que en algún momento han formado parte de Onetoro, desde el servicio se les extiende el más sincero agradecimiento por su lealtad.
Finalmente, Onetoro reafirma su compromiso con la tauromaquia, no como un debate entre «toros sí» o «toros no», sino como una manifestación cultural que debe mostrarse y promocionarse, cuidando siempre las imágenes que exportamos al mundo. De no haber existido este compromiso, la inversión nunca habría tenido lugar. Es momento de evolucionar y adaptarnos a las realidades del presente.