El mercado mundial de televisores continúa perdiendo impulso. Según el último informe de Omdia, las ventas globales cayeron un 0,6 % interanual durante el tercer trimestre de 2025, hasta situarse en 52,5 millones de unidades.
Aunque el descenso puede parecer moderado, esconde una tendencia que preocupa a los fabricantes: el estancamiento del mercado y la pérdida de tracción en regiones clave, especialmente en China.
China, epicentro del desplome
El mercado chino, tradicionalmente uno de los grandes motores del sector, registró una caída del 11,2 % en las entregas de televisores respecto al mismo periodo del año anterior. Este retroceso supone el punto más crítico del informe y explica por sí solo el balance negativo global.
Durante los últimos años, la demanda en China había estado inflada por subsidios gubernamentales destinados a estimular la renovación tecnológica de los hogares.
Sin embargo, estas ayudas están desapareciendo progresivamente y dejan al descubierto un mercado saturado: la mayoría de los consumidores que querían renovar su televisor ya lo han hecho. El resultado es un escenario de bajo crecimiento que podría prolongarse durante varios trimestres.
El ‘boom’ de las pantallas gigantes también se enfría
Incluso los segmentos premium, que solían mantener el dinamismo comercial, muestran signos de agotamiento.
En China, el mercado de televisores de 80 pulgadas o más, uno de los más rentables para las marcas, experimentó un crecimiento del 23,1 %, prácticamente la mitad del registrado el año anterior, cuando superaba el 40 %.
Esto indica que ni siquiera el interés por los modelos de gran formato es capaz de compensar la debilidad general del mercado.
Un mercado global en pausa… ¿temporal o estructural?
Aunque el informe de Omdia señala a China como principal responsable del descenso, otros factores globales contribuyen al freno de la demanda:
-
Mayor vida útil de los televisores modernos, que retrasa su reemplazo.
-
Inflación y tensión económica en varias regiones, que priorizan compras esenciales.
-
Saturación del mercado tras años de fuerte crecimiento post-pandemia.
-
Cambio en los hábitos de consumo, con un público más centrado en dispositivos móviles y menos dependiente de la gran pantalla del salón.
¿Qué pueden esperar los fabricantes?
La industria se enfrenta a un periodo que podría marcar un punto de inflexión. Mientras algunos fabricantes apuestan por OLED más eficientes, MiniLED, nuevas diagonales gigantes y sistemas operativos avanzados, otros ven en la integración de servicios de streaming y la venta de publicidad dentro de las smart TV una nueva vía de ingresos.
El reto para 2026 será descubrir si la caída actual es un simple bache tras años de crecimiento o el inicio de una nueva etapa donde los televisores ya no serán el centro de entretenimiento principal para muchos hogares.