La Guardia Civil ha logrado desactivar el principal canal de streaming ilegal en España, conocido como Cristal Azul, que proporcionaba acceso gratuito a partidos de fútbol de Primera y Segunda División a unos 78.000 usuarios.
Esta actividad ilegal ha causado un perjuicio económico estimado en más de 42 millones de euros.
La operación se puso en marcha tras una denuncia conjunta de LaLiga y Movistar, que alertaron sobre la distribución no autorizada de contenidos deportivos de pago.
La investigación fue liderada por el instituto armado en el marco de la operación ‘Corsario Azul’, cuyo objetivo era desmantelar la red de distribución ilegal de estos contenidos. Como resultado, se identificó al presunto autor de los hechos, un hombre de 37 años.
El uso de la plataforma KODI
Según informa la Comandancia de Madrid, la investigación comenzó con el análisis de la plataforma de streaming KODI, un reproductor multimedia que permite organizar y reproducir contenido en línea.
A través de una extensión o «add-on» creada por un desarrollador externo, los investigadores descubrieron que esta herramienta facilitaba el acceso gratuito a partidos de fútbol de pago. Este add-on permitía a los usuarios ver los partidos en streaming sin ningún tipo de autorización.
El equipo de investigación tecnológica (EDITE) de la Guardia Civil rastreó el código fuente de la extensión y, tras realizar diversas búsquedas, determinó que los partidos se retransmitían a través de la aplicación de mensajería instantánea Telegram.
Identificación del autor y el fraude millonario
La siguiente fase de la investigación se centró en identificar al responsable detrás de esta actividad ilícita. A través del análisis de los pseudónimos presentes en el código de la extensión, los agentes pudieron localizar al autor del delito. Tras cotejar los datos obtenidos con las bases policiales, confirmaron su identidad.
La operación culminó con la detención de un hombre de 37 años, acusado de un delito contra la propiedad intelectual y el mercado y los consumidores.
El fraude causado por su actividad ilícita se estima en más de 42 millones de euros. Además, se procedió a la eliminación de los canales de Telegram utilizados para la distribución de los partidos y a la supresión del código de programación ilegal que facilitaba el acceso a los contenidos de pago.
Consecuencias de la operación
Con este golpe a la piratería deportiva, la Guardia Civil ha dado un paso importante en la lucha contra el acceso ilegal a contenidos de pago, que afecta tanto a los derechos de los creadores como a los ingresos de los operadores de televisión.
La operación resalta la creciente preocupación de entidades como LaLiga y Movistar en la protección de sus derechos de distribución de eventos deportivos, y subraya el trabajo coordinado entre las fuerzas de seguridad y las compañías afectadas para erradicar este tipo de delitos.