El conflicto que mantienen el operador de satélites Astra y el grupo Abertis por la difusión de la señal de la Televisión Digital Terrestre (TDT) ha llegado a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).
La empresa luxemburguesa ha acudido al regulador de las telecos para que medie en un conflicto que recuerda al que en su día libraron los operadores de telefonía alternativos con Telefónica por el acceso a la red del antiguo monopolio para dar servicio a los usuarios finales.
Al igual que las ‘telecos’, el transporte y difusión de la señal televisiva está regulado en España dada la posición de dominio de Abertis Telecom, que debe cumplir una serie de obligaciones para facilitar el desarrollo del negocio de sus competidores.
Astra cree que la filial del grupo que preside Salvador Alemani está incumpliendo esas condiciones y ha pedido ayuda al organismo con sede en Barcelona, según confirmó a El Mundo el director general de Astra en España, Luis Sahún.
La multinacional europea denuncia que no ha podido presentarse a dos concursos públicos (en Aragón y Extremadura) para el despliegue de la TDT porque el grupo catalán ha incumplido con su deber de permitirle colocar a un precio asequible su tecnología en las torres, propiedad de Abertis, desde las que se distribuye la señal.
Un portavoz oficial de Abertis precisó a este diario que «las tarifas (que facilitó en esas dos ocasiones a Astra) son las conocidas y aprobadas por la propia CMT».
La empresa de satélites también ha denunciado ante la CMT el hecho de que Abertis se negara a ofrecerle un precio de interconexión a su red para poder presentarse a los concursos. Por su parte, el grupo de infraestructuras español recuerda que «como operador con peso siginificativo en el mercado está obligado a dar servicio de coubicación, pero no de interconexión».
Según Astra, con su salida del mercado se está «dañando seriamente a la competencia», lo que perjudica a las cadenas, ya que ante la imposibilidad de trabajar con otro operador de red global, Abertis impone los precios que estima convenientes. Por ello, espera el apoyo de la CMT, que es el garante del funcionamiento de ese mercado en el que los usuarios son los radiodifusores.
