El uso o acceso ilegal a los contenidos de la televisión de pago en todos los mercados de América Latina está causando que la industria quede gravemente dañada con pérdidas que superan el 25% de los ingresos. Con este dato, las distintas operadoras existentes en la zona habrían logrado llegar a los 84 millones de abonados, es decir, 18 millones de clientes más si nos fijamos en los informes oficiales.
El consumo de la televisión de pago en Latinoamérica aumentó un 17% durante el 2014, incluyendo el consumo pirata. La zona alcanzaría de esta forma el 52% de penetración liderada por operadores digitales, según el New Media Book 2014 de Business Bureau.
Aunque la piratería afecta gravemente a la transmisión de datos, las prácticas ilegales y fraudulentas no se extienden de la misma manera por todos los territorios de América Latina.
Este es el caso de Bolivia, donde una de cada cuatro conexiones es pirata. En el lado opuesto figura Uruguay con sólo el 3% de las señales vulneradas ilegalmente. En este apartado merece también especial atención Brasil con el 20%, mientras que Perú, el mayor mercado de televisión de pago de habla hispana, tiene sólo el 4% de la piratería.
El informe también pone de manifiesto las malas prácticas de información realizadas por algunos operadores, que reportan menos suscriptores de lo que realmente tienen.
Según la consultora, la práctica es especialmente común en América Central, con países como Guatemala o Nicaragua que no reportan correctamente más de la mitad de sus suscripciones.