El 24 de julio, día del natalicio de Simón Bolívar, empezará a emitir el canal Telesur, la gran apuesta mediática del presidente venezolano Hugo Chávez, con el que pretende plantar cara a la CNN.
Telesur será algo así como el Al Bolívar, según el paralelismo que alguien propuso pensando en la cadena árabe Al Jazeera.
La iniciativa de Chávez le da a América Latina una cadena regional de televisión que, según su promotor, debe ser «la contrapartida de la dictadura informativa de las grandes cadenas internacionales». Aunque Telesur cuenta con participación de Argentina, Cuba, Brasil y Uruguay, Venezuela la financia en gran parte.
Telesur, que acaba de empezar sus emisiones de prueba, transmitirá 24 horas en español documentales y, sobre todo, noticieros producidos en América Latina, con el objetivo de competir con CNN.
«Telesur es un plan ofensivo. ¡No! Que no se asuste míster Bush, todavía no vamos a atacar Washington, todo tiene su tiempo», comentó Chávez con socarronería. «Tenemos recursos para organizar un gran canal en el Sur y quitarnos la tiranía de CNN y de las otras cadenas que nos lanzan veneno y que están subordinadas al policía del mundo y a los grandes intereses. Vamos a desenmascarar a CNN. Me gusta la batalla. Será CNN contra Aló Presidente (programa dominical de Chávez). Como nos quieren ridiculizar, le declaro la guerra comunicacional a CNN. Nace un sueño para la integración latinoamericana»´, dijo Chávez al proclamar que Telesur competirá con CNN, a la que acusa de transmitir una imagen falsa de la revolución bolivariana.
Con el lema «Nuestro Norte es el Sur», Telesur transmitirá en español, con subtítulos en portugués para Brasil.
Telesur podría ser un buen proyecto si Chávez y el chavismo no la secuestran para convertirla en Telechávez. Para que el canal tenga audiencia y credibilidad debe despegarse ideológica y operativamente del gobierno de Chávez. Es difícil que lo consiga porque tiene sus estudios centrales en Caracas, en un anexo del edificio del canal estatal Venezolana de Televisión. El presidente de Telesur es el ministro de Información venezolano, Andrés Izarra. El director es Aram Aharonian, uruguayo que reside en Venezuela.
«Hablaremos de Chávez cuando sea noticia. No será un canal donde digamos, ¡Viva Chávez! Telesur pretende ser un instrumento en la guerra de las ideas´», dijo Aharonian. El colombiano Jorge Enrique Botero, director de noticias, afirma que Telesur llega en el momento justo, cuando América Latina está girando decididamente a la izquierda y gana fuerza el movimiento antiglobalización. «Dicen que es un canal de Chávez. Es un proyecto para incluir, no para excluir», señala Botero.
La incógnita es si Telesur osará criticar a su benefactor. La oposición venezolana señala que la intención de Chávez es acallar a la disidencia, más que ampliar la cobertura informativa, con una máquina de propaganda financiada con dinero del petróleo.
Chávez, que impuso una ley mordaza para acallar a la prensa, ya lo controla todo: la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo, la Corte Constitucional, el sistema judicial, las universidades, el ejército. Es probable que a través de Telesur pretenda expandir su agenda internacional. Viendo los programas de Venezolana de Televisión (pura propaganda chavista) cabe dudar de la independencia que proclaman Aharonian y Botero. Con frecuencia, Chávez obliga a los canales privados venezolanos a unirse en cadena nacional para transmitir sus inacabables intervenciones. Jorge Ramos, conductor de Univisión (el canal hispano más visto en EE.UU.) señala que «Telesur se puede convertir en un megáfono internacional de los discursos interminables de Chávez y en una plataforma satelital de sus desenfrenadas ambiciones personales».
¿Quién se va a atrever en Telesur a rechazar una propuesta de cobertura que venga desde el palacio de Miraflores? ¿Sus periodistas tendrán plena independencia para decidir qué es noticia y qué no lo es? ¿Tendrán los opositores de Chávez el mismo tratamiento que el presidente? Son interrogantes que Jorge Ramos deja planteados.
«Telesur es una orden presidencial. Será un canal supraestatal», advierte Alberto F. Ravell, director de Globovisión, cadena privada de noticias.
Telesur ya firmó un acuerdo de cooperación con Al Jazeera.