Los servicios de telecomunicaciones en Brasil son atendidos actualmente por nueve satélites geoestacionarios que ocupan ocho posiciones orbitales, a los que se sumarán otros cuatro en los próximos tres años.
Las concesiones para operar los cuatro nuevos satélites han sido adjudicadas a la operadora brasileña Star One (2) y la estadounidense HNS (2) en una subasta realizada por el órgano regulador Anatel.
Según la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), los nuevos satélites tendrán que estar operando antes del Mundial de 2014, evento que exigirá un fuerte aumento de la oferta de transporte de señales de telecomunicaciones.
Los nuevos concesionarios podrán aprovechar los satélites para ofrecer servicios de telefonía, televisión, radiodifusión y transmisión de datos.
Las operadoras tendrán la obligación de atender todo el territorio brasileño y deberán reservar al menos un 25% de su capacidad para atender el mercado doméstico.
Uno de los vencedores de la subasta fue Star One, una subsidiaria de la operadora brasileña de telecomunicaciones Embratel, que es perteneciente al grupo América Móvil del millonario mexicano Carlos Slim.
Star One pagará 37 millones de reales (unos 23,1 millones de dólares) por cada una de sus dos concesiones, valor en un 837,7 por ciento superior al mínimo exigido por la Anatel.
Las otras dos concesiones se las adjudicó la HNS Americas Comunicacoes, una empresa del grupo estadounidense Hughes, que pagó 145,2 millones de reales (unos 90,8 millones de dólares) por la posición más disputada y 35,2 millones de reales (unos 22 millones de dólares) por la menos disputada.
Las posiciones orbitales podrán ser explotadas por un período de 15 años prorrogable una vez.
Las otras cinco empresas que estaban interesadas en la licitación del gobierno brasileño eran el grupo español Hispasat, la operadora europea Eutelsat, el consorcio internacional Intelsat, la multinacional SES DTH y la operadora de televisión por satélite Sky.
Agencias