Samsung proyecta desarrollar la primera pantalla de super resolución 11K del mundo para móviles, con un panel de 2250 píxeles por pulgada, una densidad de píxeles nunca vista, probablemente enfocada a los cascos de realidad virtual.
La pantalla 11K de Samsung se basará en un formato de 16:9 y contarrá con una medida de 5,74 pulgadas en diagonal. La idea de la compañía, de acuerdo con el medio citado, es que pueda ser capaz de mostrar contenido en 3D con gran calidad (como ocurre con Nintendo 3DS o con los móviles de Samsung usados para realidad virtual).
El gobierno de Corea del Sur invertirá en el proyecto de Samsung 26,5 millones de dólares por etapas durante los próximos 5 años, según informa ET News en una información que recoge Portaltic.
El director ejecutivo del departamento de Tecnología de Samsung Display, Chu Hye Yong, ha asegurado que la intención de la compañía es mostrar al público el primer prototipo de esta tecnología durante los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018 que se celebrarán en Pyeongchang.
El mercado espera de un momento a otro la llegada masiva de los teléfonos con pantallas 4K, mientras que en el sector de los televisores LG ya sorprendió en la última IFA de Berlín con una pantalla 8K. Samsung, por su parte, espera que su pantalla 11K esté lista en unos cinco años.
¿Cuál es el motivo de semejante apuesta por la definición de pantallas tan pequeñas, que los ojos humanos no podrían apreciar? Con toda seguridad, la realidad virtual. Incluso con pantallas tan definidas de dispositivos actuales como el Galaxy S6, los píxeles salen al descubierto al usar cascos con lentes que agrandan la imagen para que el ojo la perciba como el mundo que le rodea.
Samsung no solo dispone de dispositivos móviles como el Galaxy S6 o el Note 4 compatibles con su casco de realidad virtual Gear VR. Además, la compañía surocoreana es el proveedor de pantallas para compañías en este terreno tan importantes como Oculus VR, por lo que tiene sentido que quiera seguir siendo la referencia en el terreno de la realidad virtual.
Con una pantalla de 5 ó 6 pulgadas con una resolución tan grande como la que estamos aquí comentando, la experiencia de usar un visor de realidad virtual ganaría muchísimo, hasta el punto de que casi sería imposible distinguir los píxeles. La experiencia virtual, de esta forma, resultaría mucho más realista.