Las autoridades portuguesas y brasileñas han emprendido acciones conjuntas para desmantelar una red ilegal de cardsharing que operaba no sólo en los mercados de ambos países sino también en otras zonas de Europa.
La policía judicial portuguesa ha llevado a cabo una detención en Portugal a parte de la incautación de todo el equipo informático utilizado, mientras que la policía brasileña también ha detenido a varios sospechosos de formar parte de la red que utilizaba presuntamente tarjetas inteligentes oficiales para distribuir las señales de la televisión de pago de forma ilegal y fraudulenta.
Los primeros cálculos de la policía es que la red ilegal de cardsharing tenía un amplio entramado y daba servicio a más de 10.000 clientes de varios países, que recibían las señales televisivas a través del satélite con los equipos técnicos necesarios.