La policía de Norfolk y Suffolk, en el este de Inglaterra, ha dado un paso sin precedentes al emitir avisos de advertencia individuales a miles de consumidores que se creen que han estado usando un servicio ilegal de transmisión de televisión.
La advertencia se ha hecho llegar a los clientes de un servicio llamado GE Hosting y establece que la suscripción a estos servicios es un delito que comporta antecedentes penales. Conlleva una pena máxima de hasta cinco años de prisión y/o multa.
El aviso también deja claro que la policía continuará monitoreando el comportamiento de los suscriptores y que si los destinatarios ignoran la instrucción para detener la recepción ilegal, podría conducir a más investigaciones e incluso procesamiento.
Se cree que la policía obtuvo la lista de suscriptores del servicio después de haber ejecutado una orden judicial a principios de este año. En junio pasado, la policía detuvo un hombre en relación con a un streaming ilegal de canales de suscripción y un delito que vulneraba los derechos de autor. El servicio supuestamente se estaba distribuyendo a decenas de miles de clientes antes de que los agentes lo cerraran.
Esta acción es la última de una serie de redadas y procesamientos diseñados para reprimir la transmisión ilegal, sobretodo por el sistema IPTV, y quienes se benefician de ella.
Recientemente un hombre fue condenado a dos años de prisión por vender dispositivos de transmisión ilícitos.
En junio de 2020 , Mark Schofield, de 49 años, de Radcliffe fue sentenciado a 24 meses de prisión con suspensión de dos años por vender dispositivos que brindaban acceso a contenidos audiovisuales de pago, incluidos deportes y películas, a través de su página de Facebook.