El juego por Internet es una actividad que gana adeptos cada año. La mejora en la oferta y la legislación han creado el marco ideal para alcanzar un alto nivel de profesionalización, pues cada vez hay más corredores de Apuesta en España que han hecho de esta acción una forma de vida y una manera de obtener un beneficio económico. ¿Pueden ser las apuestas un trabajo a jornada completa? Hay factores que apoyan esta idea y otros que apuntan a una visión diferente. La realidad es que el número de usuarios que han conseguido alcanzar este punto crece de forma exponencial, a medida que también aumenta la cantidad de participantes que hacen un consumo recreativo, sin pensar en esta posibilidad.
El papel de la Administración es fundamental en esta idea, pues la legalización y ordenación del juego online en un número creciente de países posibilita esta idea. Tanto las empresas como los consumidores conviven en un marco legal que garantiza la transparencia y el buen desarrollo del juego. Esta legislación también conlleva un orden en materia fiscal, a la que ambas partes deben responder si obtienen un mínimo de beneficios determinado.
Hacer del juego online un trabajo a jornada completa implica la disposición de fondos económicos, es decir, un alto volumen de capital con el que cubrir las posibles pérdidas que pueden llegar en cualquier momento. Si bien el objetivo de una persona que convierte esta actividad en su profesión es obtener un rendimiento económico, las apuestas es una actividad que tiene un componente de azar y que puede ir, en ocasiones, en contra del apostante. Por ello es importante tener un margen económico, pues solo así el jugador puede aguantar el tiempo suficiente como para saber si éste será el trabajo de su vida.
Las capacidades conceptuales y aquellas relacionadas con el aspecto mental son esenciales para este objetivo. El corredor de apuestas debe conocer bien su marco de actuación y tener los conocimientos adecuados sobre los deportes en los que quiere moverse. Esta capacidad también abarca las propias características y el funcionamiento de la actividad, es decir, el conocer el desarrollo y las posibilidades que ofrece cada casa de apuestas; para optimizar los movimientos y obtener el mejor rendimiento en las decisiones. La fortaleza mental es otro aspecto clave, pues quien se deja llevar por impulsos tendrá menos opciones de éxito.
Los riesgos
La teoría está clara, pero hay riesgos que se deben tener en cuenta para decidir si las apuestas pueden convertirse en un trabajo que cubra todas las horas. Uno de ellos está relacionado con el estilo de vida del jugador, ya que el pago puede ser esporádico y esta situación exige disponer de un montante económico que permita llevar una vida con dignidad pese a estar, por ejemplo, dos meses sin cobrar. La oportunidad en el juego llega en el momento menos previsto, así que hay que tener muy en cuenta esta concepción. El profesional de las apuestas debe moverse como autónomo, una persona independiente que esté exenta de las garras de un jefe o una empresa grande. Las primeras metas de beneficios deben ser pequeñas y quizá mucha gente no digiere esta idea fácilmente.