La televisión pública valenciana À Punt nacía el 10 de junio de 2018 con sus primeras emisiones televisivas definitivas. Lo hacía con el informativo de mediodía, denominado À Punt notícies.
Su arranque oficial se producía después de haber estado seis semanas emitiendo en pruebas para comprobar problemas o anomalías en la recepción de la señal.
De esta manera, los valencianos volvían a contar con una televisión pública autonómica, que se sumaba a la radio y a la web que ya estaban en marcha desde finales del año 2017.
Se cerraba así un paréntesis de cuatro años y medio desde que la Ràdio Televisión Valenciana (RTVV) cesara bajo el gobierno ‘popular’ de Alberto Fabra, ‘sentenciada’ por una mala gestión que elevó la deuda desde los 22 millones de euros de 1995 hasta superar los 1.200 millones de euros cuando se fue a negro, acorralada por una caída en picado de la audiencia ante su pérdida de credibilidad y con varios exdirectivos imputados. Más de 1.000 personas se quedaron entonces en la calle.
El nuevo canal público contaba en el primer año con un presupuesto de 55 millones de euros y una plantilla de 350 trabajadores.
Pasado este tiempo ni los niveles de audiencia ni el conocimiento de la ciudadanía sobre la cadena han terminado de cuajar.
Incluso se da la circunstancia que, programas como el magacín À Punt Directe no han dudado en visibilizar, lo que resume la situación que la cadena arrastra.