La batalla de LaLiga contra la transmisión ilegal de partidos de fútbol ha entrado en una nueva fase, marcada por éxitos significativos pero también por obstáculos inesperados.
Bajo la dirección de Javier Tebas, la organización ha redoblado sus esfuerzos para combatir las IPTV y enlaces que ofrecen acceso no autorizado a los encuentros.
LaLiga ha logrado importantes avances en su campaña contra la piratería:
Bloqueo de plataformas ilegales como DazcFutbolios y RBTV77, que sumaban más de 400.000 usuarios mensuales en España.
Desactivación de DuckVision, una plataforma con más de 200.000 usuarios activos.
Implementación de bloqueos dinámicos durante las jornadas de LaLiga EA SPORTS y LaLiga HYPERMOTION.
Desafíos y controversias
Sin embargo, la estrategia de LaLiga ha generado efectos colaterales no deseados:
Bloqueo accidental de sitios web legítimos, incluyendo la página oficial de la Real Academia Española (RAE).
Afectación a usuarios de servicios como Movistar, O2 y DIGI, quienes han experimentado dificultades para acceder a páginas web legales durante los horarios de partido.
Controversia por el bloqueo de direcciones IP completas, que ha impactado el acceso a plataformas como CaixaBank, LinkedIn, Microsoft y ChatGPT.
Impacto económico
La piratería representa una amenaza significativa para la industria del fútbol español:
Las pérdidas anuales para los clubes de LaLiga se estiman entre 600 y 700 millones de euros.
Cada club español pierde aproximadamente 16 millones de euros al año debido a las transmisiones ilegales.
Estrategias futuras
LaLiga continúa desarrollando nuevas tácticas para combatir la piratería:
Uso de tecnología avanzada, incluyendo sistemas de Big Data y machine learning para identificar transmisiones ilegales.
Colaboración con operadores de telecomunicaciones para identificar y cerrar plataformas ilegales.
Consideración de medidas más drásticas, como la propuesta de multar a los usuarios que vean fútbol a través de plataformas piratas.
A medida que LaLiga avanza en su lucha contra la piratería, el desafío radica en encontrar un equilibrio entre la protección de los derechos audiovisuales y la minimización del impacto en usuarios y sitios web legítimos.
Que haga un reparto EQUITATIVO E IGUALITARIO de los derechos de tv (el trozo de pastel más gordo siempre para los grandes,los demás las migajas),no ponga los precios tan altos para particulares y negocios y se acabaría o minimizaría la piratería,pero no la erradica del todo