La compañía aeronáutica SpaceX ha conseguido que su cohete Falcon 9 aterrice en tierra firme, muy cerca del lugar de lanzamiento, en Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos), tras completar su viaje espacial y liberar en órbita varios satélites.
Se trata de un éxito sin precedentes, después de dos intentos fallidos. El pasado junio la empresa fundada por Elon Musk intentó aterrizar el Falcon 9 en una barcaza flotante. No pudo ni empezar la maniobra. El cohete estalló por los aires a los 3 minutos de iniciar el vuelo.
Este era el primer vuelo de la nave después de que en su última misión, hace seis meses, estallase tras el despegue, destruyendo el carguero Dragon que iba a transportar a la Estación Espacial Internacional.
Como en anteriores ocasiones, la intención de SpaceX era que la primera fase del cohete regresase a la Tierra y aterrizase en posición vertical, como finalmente ha ocurrido. En ocasiones anteriores, la compañía situó el lugar de aterrizaje en una plataforma sobre el mar.
La insistencia de SpaceX en conseguir la recuperación del cohete se debe a que este paso se considera clave para, en un futuro, obtener cohetes reutilizables como los aviones comerciales. Esto impulsaría en gran medida las operaciones tripuladas, así como el turismo espacial.
El lanzamiento estaba preparado para el pasado domingo, pero las condiciones meteorológicas no permitieron cumplir los plazos.
