Las autoridades iraníes han destruido 100.000 antenas parabólicas y otros materiales de recepción de televisión por satélite.
«Todo el material fue entregado voluntariamente por los ciudadanos», según asegura la agencia basijnews.ir, órgano de la milicia des Basiyi afiliada a los poderosos Guardianes de la Revolución, el ejército de élite del régimen de Irán.
Según el general Mohamad Reza Naghdi, «las televisiones satelitales desarrollan en general la corrupción, corrompen la cultura de nuestra sociedad y tienen por efecto el aumento del número de divorcios, el aumento de la droga y de la inseguridad».
La ley del país prohíbe la posesión y venta de material de recepción de televisión por satélite. Los infractores pueden ser condenados a multas que va de 30 a 2.800 dólares. La policía efectúa regularmente decomisos de material visible en los techos.
El ministro de Cultura, Ali Janati, ha abogado por el aligeramiento de una «ley violada por el 70% de los iraníes», lo que ha sido criticado por el dirigente de los basiyíes.
Irán es un país que tiene 80 millones de habitantes. Varias decenas de cadenas satelitales en lengua persa emiten desde el extranjero programas de información, diversión o filmes destinados a Irán.