La televisión en abierto en España se prepara para dar un salto estratégico con la llegada del Piloto Español de DVB-I, una iniciativa presentada por RTVE y FORTA que busca evaluar el potencial de este nuevo estándar europeo en la distribución y descubrimiento de contenidos audiovisuales.
El DVB-I se perfila como una evolución natural de la Televisión Digital Terrestre (TDT), ya que combina la señal lineal tradicional con servicios online, sin renunciar a la gratuidad ni a la universalidad que caracteriza a la televisión abierta.
Con esta prueba piloto, España se suma a la vanguardia europea en el estudio de esta tecnología, que podría convertirse en clave para garantizar la prominencia de los servicios audiovisuales en un ecosistema dominado por las grandes plataformas globales.
Un modelo híbrido y competitivo
El piloto pretende ser el punto de partida de una iniciativa nacional en la que participen todos los actores relevantes: radiodifusores públicos y privados, fabricantes de dispositivos, operadores de redes, proveedores de tecnología y gestores de servicio.
El objetivo es claro: reforzar la posición de la televisión en abierto, facilitar el acceso de los ciudadanos a contenidos lineales y bajo demanda, y dar respuesta a las nuevas formas de consumo.
Este estándar permitirá mejorar la visibilidad de los servicios de televisión, ofrecer experiencias más intuitivas de descubrimiento de contenidos y, además, incorporar funcionalidades complementarias que hasta ahora estaban reservadas a las plataformas de streaming.
Contexto europeo y regulatorio
La iniciativa se desarrolla en línea con el Reglamento Europeo sobre la Libertad de los Medios de Comunicación, cuyo artículo 20 pone el acento en la necesidad de garantizar la prominencia de los servicios audiovisuales. En este sentido, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha animado a sus miembros a poner en marcha proyectos como este, trabajando tanto con operadores públicos como con prestadores privados bajo licencia.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública participarán como observadores, reforzando el carácter institucional de un proyecto con vocación estratégica.
España, un escenario clave
Con una TDT que sigue siendo la plataforma audiovisual de mayor consumo en el país y en un entorno de pluralidad lingüística y mediática, España ofrece un terreno idóneo para explorar la integración del DVB-I. Su adopción futura podría garantizar la pluralidad informativa, fortalecer a los prestadores nacionales y autonómicos y consolidar la televisión abierta como un servicio esencial en la era digital.
Próximos pasos
El piloto tendrá una duración de nueve meses y ya ha comenzado con la creación de un Grupo de Implementación, además de la recopilación de información sobre otros proyectos europeos y el establecimiento de contactos con fabricantes y proveedores tecnológicos.
La presentación incluyó una demostración en la que los asistentes pudieron experimentar las posibilidades del estándar: acceso mejorado a la programación, integración de contenidos bajo demanda y opciones de personalización más avanzadas.
Con este proyecto, RTVE y FORTA colocan a España en el mapa europeo de la innovación audiovisual, apostando por un modelo de televisión abierta más competitivo y adaptado al nuevo escenario digital.