Esta semana se cumplen nueve años del cese de emisiones de nueve canales de TDT en abierto impuesto por el Gobierno español.
Desde entonces, las decisiones e inacción de la Administración han abundado en desatinos en todo lo referente a la industria audiovisual, obligando a la televisión en abierto a vivir sus años más difíciles y condenando a los telespectadores a sufrir la falta de planificación de una Administración que no ha querido atender las reivindicaciones de profesionales del sector y ciudadanos.
Era el martes 6 de mayo de 2014 cuando se fundían a negro nueve de los 24 canales de TDT para dar cumplimiento a la sentencia del Tribunal Supremo, que anuló las concesiones que se realizaron durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por haberse realizado sin haber mediado concurso público alguno.
Atresmedia suprimía Nitro, LaSexta 3 y Xplora; Mediaset apagaba La Siete y La Nueve; Veo TV (liderado por Unidad Editorial) pasaba AXN a las plataformas de pago y cerraba el canal que hacía unos meses dejó de emitir, Marca TV, mientras que Net TV (cuyo principal accionista es Vocento) cerraba dos canales de Teletienda, que hacía poco había dejado de albergar Intereconomía y MTV.
Con el apagón de estos canales se materializaba la anulación del acuerdo de Consejo de Ministros de 16 de julio de 2010, por el que se asignaba, directamente sin mediar concurso, un múltiple digital de cobertura estatal a cada una de las sociedades licenciatarias del servicio de televisión digital terrestre de ámbito estatal.
En noviembre de 2012, el alto tribunal decidió anular este acuerdo tras estimar en parte un recurso presentado por la empresa Infraestructuras y Gestión 2002 S.L. contra el acuerdo del Gobierno que consideraba que los beneficiarios de las licencias no disponían de título para la «explotación de los canales de televisión».