Apple ha alcanzado un acuerdo histórico para hacerse con los derechos exclusivos de retransmisión de la Fórmula 1 en Estados Unidos durante los próximos cinco años, consolidando su creciente apuesta por el deporte en directo dentro de su plataforma Apple TV+.
El contrato, que entrará en vigor en 2026, permitirá a Apple ofrecer todas las sesiones de entrenamientos, clasificaciones, carreras al sprint y los Grandes Premios en directo.
Además, algunas pruebas y los entrenamientos libres estarán disponibles de forma gratuita a través de la aplicación Apple TV, una estrategia destinada a atraer a nuevos suscriptores.
Según fuentes del sector, el acuerdo está valorado en 140 millones de dólares anuales, una cifra muy superior a los 90 millones que pagaba ESPN (propiedad de Disney), que ha mantenido los derechos desde 2018. Con este movimiento, Apple arrebata a la cadena deportiva estadounidense uno de los contenidos más codiciados del panorama audiovisual.
La Fórmula 1 se suma así al catálogo deportivo de Apple, que ya incluye competiciones como la Major League Soccer (MLS) y el Friday Night Baseball, confirmando la intención del gigante tecnológico de convertirse en un actor relevante en la retransmisión deportiva global.
El deporte en directo se ha convertido en un territorio estratégico para las plataformas de streaming, que buscan aumentar la fidelidad de los suscriptores, reducir la tasa de cancelación y diversificar sus ingresos mediante la publicidad.
Según datos de Nielsen Sports, la Fórmula 1 sumó cerca de 90 millones de nuevos aficionados en 2024, impulsada especialmente por su regreso a China con el Gran Premio de Shanghái tras la pandemia.
Con este acuerdo, Apple no solo se adentra en la Fórmula 1, sino que redefine la competencia en el streaming deportivo, un mercado cada vez más disputado entre gigantes como Netflix, Amazon y Warner Bros. Discovery.